La trágica historia del abandono en la morgue del poeta Guillermo Gutiérrez, conocido como «El Tío Factos», revela la dolorosa realidad de muchos artistas marginados y olvidados por la sociedad. Guillermo Gutiérrez encontró su final en el abandono, lo que pone de manifiesto las luchas internas y externas que enfrentan muchos artistas incomprendidos.
Por Juan Miguel Ataucuri García
La burocracia vs. la dignidad de un poeta
El cadáver del poeta Guillermo Gutiérrez, que se hizo famoso en las redes sociales y en un canal de streaming de YouTube como «El Tío Factos», sigue siendo maltratado por una burocracia indolente que pretende llevarlo a una fosa común. Desde el día siguiente de su fallecimiento, los amigos del poeta intentaron rescatar su cuerpo de la morgue. Realizaron las gestiones correspondientes, las cuales se dificultaron debido a la falta de un familiar cercano para identificar el cuerpo y tramitar su salida. En ese contexto, surgió un familiar político dispuesto a encargarse de todo; sin embargo, la burocracia le exigió documentos que comprobaran fehacientemente la relación familiar, lo cual, al parecer, no ha sido efectivo.
Han transcurrido veinte días y el plazo para recoger el cuerpo ya venció en demasía. Recordemos que un cuerpo puede permanecer en la morgue hasta 36 horas, tras lo cual, si no es reclamado o identificado, el Estado puede disponer su traslado a una fosa común o, peor aún, a las escuelas de medicina. Afortunadamente, esto aún no ha ocurrido, pero cada minuto que pasa aumenta la posibilidad.
¿Dónde están las autoridades culturales?
La memoria de Guillermo Gutiérrez, como personaje público en las redes sociales y reconocido poeta que formó parte del grupo literario Kloaka, está siendo maltratada por autoridades indolentes. En lugar de facilitar su entierro y el homenaje que merece por parte de sus amigos y seguidores, lo han complicado. La pregunta es: ¿dónde está el Ministerio de Cultura o algún representante del gobierno para resolver este impasse que nunca debió ocurrir?
Mientras tanto, sus amigos, poetas y escritores, continúan luchando incansablemente. Nuestro colaborador de Diario Uno, Rodolfo Ibarra, es uno de los más preocupados por encontrar una pronta solución. Desde el primer día en la morgue, convocó a otros literatos e incluso ha buscado apoyo en los medios de comunicación para asegurar que Guillermo Gutiérrez reciba un entierro digno.
Así es como en Perú se trata a aquellos que eligen el difícil y a menudo ingrato camino de la cultura.
