El Ejecutivo aceptó la renuncia de Javier Llaque, jefe del INPE, tras la fuga del reo extranjero que expuso fallas graves de seguridad.
El Gobierno oficializó este jueves la renuncia de Javier Llaque a la presidencia del Consejo Nacional Penitenciario del Instituto Nacional Penitenciario de Perú (INPE), en medio de la crisis provocada por la fuga de John Kennedy Javier Sebastián, un reo venezolano condenado a 10 años de prisión. El escape, ocurrido en el penal de Lurigancho, expuso deficiencias críticas en la seguridad penitenciaria. La decisión fue formalizada mediante la Resolución Suprema N.º 077-2025-JUS, refrendada por la presidenta Dina Boluarte y el ministro de Justicia, Eduardo Arana.
Fuga revela fallas estructurales en el penal de Lurigancho
John Kennedy Javier Sebastián evadió los controles con facilidad: escaló una malla, cruzó una zona sin vigilancia activa y superó un muro exterior. El hecho dejó al descubierto la precariedad del sistema de seguridad en uno de los penales más conocidos del país. El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, justificó la salida de Llaque por una «responsabilidad funcional» y aseguró que en breve se designará a su reemplazo.
Reacciones políticas y cuestionamientos a la gestión penitenciaria
El caso desató críticas desde el Congreso y generó indignación pública. Legisladores y analistas apuntan a la falta de control y al abandono del sistema penitenciario. También se reavivó el debate sobre el tratamiento de internos extranjeros y el hacinamiento carcelario, que agrava los problemas de seguridad. A pesar del escándalo, el Ejecutivo no ha anunciado una reforma estructural del Instituto Nacional Penitenciario de Perú.
Búsqueda y medidas tras la fuga
El Ministerio del Interior desplegó un operativo nacional para ubicar al interno fugado. Mientras tanto, se investiga la posible responsabilidad de los funcionarios a cargo del penal. Desde el Ministerio de Justicia se han prometido medidas para reforzar la seguridad, aunque no se ha planteado una revisión profunda del modelo de gestión penitenciaria.
Nueva designación para jefe de INPE de crisis institucional
La renuncia de Llaque deja al Instituto Nacional Penitenciario de Perú sin dirección clara en un momento de fuerte cuestionamiento público. La designación del nuevo titular se dará en un contexto de presión social y política, con un sistema penitenciario considerado desbordado, inseguro y sin rumbo definido.