Home MUNDO Gaza: La infancia masacrada que el mundo elige ignorar

Gaza: La infancia masacrada que el mundo elige ignorar

165
0

Mientras la UNRWA reporta 600 niños asesinados desde marzo, la comunidad internacional sigue financiando y armando al ejército israelí. Los datos exponen una crisis humanitaria fabricada con bombas y bloqueos.

Las cifras son frías, pero cada número esconde una tragedia: 600 niños palestinos asesinados desde el 18 de marzo en Gaza, según el último reporte de la UNRWA. Entre ellos, 274 bebés que nunca conocieron un mundo sin bombas, nacidos «bajo los bombardeos» israelíes. Estos datos, lejos de provocar sanciones contundentes, se pierden en la indiferencia calculada de las potencias occidentales que siguen armando y financiando al régimen de Netanyahu.

Genocidio por goteo

El Ministerio de Salud gazatí detalla el horror con precisión escalofriante: 1,150 lactantes asesinados desde octubre, 17 muertos de frío en campos de desplazados, 52 fallecidos por hambre inducida. Mientras tanto, 195,000 niños sufren inseguridad alimentaria severa y 12,000 padecen desnutrición aguda, consecuencia directa del bloqueo que Israel -con apoyo tácito de EE.UU. y la UE- mantiene sobre Gaza.

La ONU advierte que esta es la peor crisis humanitaria desde 2023, pero sus llamados chocan contra el muro de la hipocresia occidental. Mismo escenario, misma retórica: condenas tibias en discursos, mientras los aviones cargados de armas siguen llegando a Tel Aviv desde bases estadounidenses y europeas.

Cómplices con corbata

Los 51,200 palestinos asesinados (70% mujeres y niños) no son «daño colateral», sino el resultado previsible de una maquinaria de guerra alimentada con 3,800 millones de dólares anuales que Washington envía a Israel. La misma Europa que impone sanciones a Rusia por la guerra en Ucranie, mira para otro lado cuando se trata de crímenes israelíes.

La UNRWA, último bastión humanitario en Gaza, opera con el 30% de su financiamiento recortado por países occidentales bajo acusaciones no probadas. Mientras tanto, 345,000 niños gazatíes viven en «fase catastrófica» de hambre, según clasificación ONU. Los números no mienten: esto no es guerra, es exterminio con patente de corso internacional.