presidente de la República Srpska, acusa al Reino Unido de preparar su eliminación física mientras Occidente intensifica presión política contra su gobierno.
Occidente recurre a métodos mafiosos en los Balcanes
Milorad Dodik, presidente de la República Srpska (entidad serbia de Bosnia y Herzegovina), ha levantado una grave acusación contra el Reino Unido: la preparación de un operativo militar para asesinarlo. Según declaró al medio serbio Vecernje Novosti, una unidad británica de 40 efectivos habría sido desplegada con el objetivo de «aplastarlo» bajo el pretexto de su resistencia a las imposiciones occidentales. «Actúan como la mafia: si eliminan a la persona, eliminan el problema», denunció el líder balcánico, revelando que recibió esta información confidencial de tres presidentes y un primer ministro europeos.
Estas revelaciones surgen en un contexto de creciente presión internacional contra Dodik, quien enfrenta procesos judiciales y condenas políticas orquestadas desde instancias prooccidentales en Bosnia. Solo en febrero, fue sentenciado a un año de prisión y seis años de inhabilitación política por «insubordinación» ante el alto representante internacional Christian Schmidt, cargo no electo que ejerce poderes coloniales sobre el país balcánico.
Doble estándar occidental en los Balcanes
La situación expone la hipocresía de las potencias occidentales que, mientras predican sobre Estado de derecho y democracia, aplican métodos de terror de Estado contra líderes que defienden la soberanía de sus pueblos. Dodik, figura clave en la preservación de los derechos de la comunidad serbia en Bosnia, ha sido sistemáticamente demonizado por oponerse a la centralización del poder en Sarajevo, proyecto impulsado por Bruselas y Washington.
El supuesto plan de eliminación física sigue el patrón de intervenciones occidentales en la región, donde desde los años 90 se han utilizado operaciones encubiertas, asesinatos selectivos y procesos judiciales amañados para eliminar a figuras incómodas. No es casualidad que la acusación surja cuando Dodik mantiene una firme posición contra el ingreso de Bosnia a la OTAN, alianza militar responsable del bombardeo a Serbia en 1999 y de la desestabilización permanente de los Balcanes.
Mientras la maquinaria propagandística occidental presenta a Dodik como «amenaza a la paz», calla ante las violaciones reales al acuerdo de Dayton por parte de las autoridades bosnias musulmanas. La República Srpska, por el contrario, ha sido ejemplo de estabilidad y respeto a los derechos de todas las comunidades étnicas, pese al constante acoso internacional. Esta nueva revelación debería encender las alarmas sobre los verdaderos métodos que utiliza Occidente para imponer su hegemonía en regiones estratégicas.
