Alejandra (26) se convirtió en la última víctima fatal de un lote de suero hipertónico distribuido por el laboratorio Medifarma. Las familias exigen justicia mientras el escándalo revela fallas sistémicas en el control farmacéutico.
El suero fisiológico que debía salvar vidas se ha convertido en un letal cóctel químico. Alejandra Landers Carpio, una joven de 26 años que solo buscaba alivio para un cuadro gripal en la clínica Sanna de San Borja, se convirtió este viernes en la séptima víctima mortal del lote defectuoso producido por Medifarma. Su muerte cerebral, mantenida por un mes, culminó hoy mientras su familia prepara el velorio en medio de demandas judiciales. Las investigaciones revelan que el producto contenía hasta seis veces la dosis permitida de sodio, un error que el propio ministro de Salud, César Vásquez, calificó como «criminal».
Negligencia empresarial con sello de impunidad
El escándalo ha destapado una alarmante cadena de fallas: desde la producción hasta la distribución sin controles adecuados. Medifarma, uno de los laboratorios más grandes del país, admitió un «descuido» en sus procesos, pero las víctimas -entre ellas un bebé y una enfermera- pagan las consecuencias. Mientras el Ministerio de Salud suspende temporalmente sus licencias y la Fiscalía investiga, Paraguay envía 250,000 unidades de suero como ayuda emergente. Sin embargo, esto no calma la indignación ciudadana. «Esto no fue un accidente, fue homicidio por avaricia», denuncia el abogado Pedro Alva Monge, representante de las familias afectadas.
Sistema de salud en jaque
La crisis ha puesto en evidencia las grietas del sistema farmacéutico peruano, donde la autorización y supervisión de medicamentos muestra graves deficiencias. Aunque el gobierno promete sanciones ejemplares, persisten las dudas sobre la real capacidad de prevenir nuevos casos. Mientras los directivos de Medifarma y las clínicas involucradas enfrentan procesos penales, el país entero se pregunta cuántas vidas más se perderán antes de que la justicia actúe con la contundencia que esta tragedia exige.