Caviares se quedaron con las ganas. APU, RUNA y Unidad Popular, marginados del proceso electoral tras fracasar en su intento de inscripción provisional
Se les quemó el queque. El reloj marca la medianoche y tres agrupaciones de izquierda liberal populista quedaron fuera de las elecciones 2026. El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) declaró infundadas las solicitudes de inscripción provisional presentadas por APU (Adelante Pueblo Unido) de Aníbal Torres, RUNA (Resurgimiento Unido Nacional) de Ciro Gálvez, y Unidad Popular de Duberlí Rodríguez, poniendo fin al último intento desesperado de estos grupos por colarse en el proceso electoral.
Intento fracasado y lloriqueo caviar
Las tres agrupaciones recibieron tachas que en primera instancia fueron declaradas improcedentes. El viernes 11 de abril era la fecha límite para apelar la resolución del Registro de Organizaciones Políticas (ROP) que las denegaba, lo que hacía prácticamente imposible su inscripción. No obstante, sorpresivamente, el JNE programó audiencias exprés para el sábado 12 a las 7 a.m., otorgándoles apenas 5 minutos a cada partido para presentar sus argumentos.
Mientras tanto, los simpatizantes de APU en un acto de rabieta infantil realizaron plantones tanto el viernes como el sábado por la mañana en el frontis del JNE, con pancartas que rezaban «No al veto político, sí a la participación ciudadana».

Solo 43 partidos para el 2026
Al final, su último recurso fue solicitar una inscripción provisional, figura legal que finalmente fue rechazada por el JNE casi a la medianoche, dejando el panorama electoral definido con 43 partidos oficialmente inscritos para las elecciones generales de 2026.
Entre los partidos que sí lograron inscribirse figura CPP (Ciudadanos por el Perú) del «hermanísimo» Nicanor Boluarte. También consiguieron su inscripción Integridad Democrática, liderado por el exmilitar trujillano Wolfgang Grozo, y Un Camino Diferente, del exalcalde de Trujillo, Arturo Fernández. Estos dos últimos superaron las tachas interpuestas por Percy Moreano, conocido por presentar objeciones como estrategia de negociación.
Un dato curioso es que Moreano ahora afirma que la carta donde supuestamente desiste de la tacha contra Un Camino Diferente es falsa, alegando que su firma fue falsificada y que hubo hackeo de por medio, agregando otra capa de controversia al ya agitado proceso de inscripción partidaria.

Quien atrevió a tachar lo que otros temían
Detrás de las tachas que dejaron fuera a los partidos de izquierda liberal está Armando Barrantes, dirigente de Avanza País, quien reveló que intentaron reclutar a figuras públicas respetadas para presentar las objeciones. La estrategia buscaba que ciudadanos de prestigio, sin necesariamente militar en partidos, fueran quienes plantearan estos cuestionamientos legales.
Sorprendentemente, muchos se echaron para atrás. Incluso figuras prominentes de la derecha y precandidatos presidenciales declinaron participar, temerosos de las posibles represalias judiciales y de enfrentarse a militantes de izquierda. «Todos tuvieron miedo», reconoce Barrantes, quien justifica su acción afirmando que era necesario frenar a «partidos ligados a ideologías radicales» que podrían amenazar la democracia.
El dirigente —quien tiene parentesco con el recordado ‘Frejolito’ y relacionado con Avanza País desde el 2000 cuando este era de izquierdas y no el partido derechista liberal que es hoy— sostiene que estas agrupaciones comparten vínculos con el expresidente Pedro Castillo: «Ciro Gálvez, Anahí Durand y Aníbal Torres fueron ministros del golpista», recordó, agregando que «los cuatro, incluyendo a Duberlí Rodríguez, han negado el golpe».