EN OTRO LENGUAJE
Consultor de contenidos y analista político
JAIME ASIÁN DOMÍNGUEZ- @jaimeasian
Si no eres parte de la solución, eres parte del problema. Esta es una premisa muy lejana del entender de la presidenta Dina Boluarte Zegarra.El país ha sido secuestrado por la criminalidad, todo anda de cabeza y persiste un lógico descontento general de la población, sin embargo, la mandataria exhibe una agenda propia de acciones reactivas -por decir lo menos- que chocan con el bienestar común y las demandas ciudadanas. Su único soporte, igual de reprobado, es el Congreso de los mochasueldos.
Una evidencia más de que la jefa del Estado es un problema mayor, al parecer ya sin remedio, está plasmada en ese raquítico 3% de aprobación con que está cerrandoel año, según la encuesta de Datum publicada ayer. Elrechazo a su gestión en el centro y sur del Perú es todavía más vergonzoso, con 1% y 2%, respectivamente. Peor, imposible. No era broma, entonces, cuando apuntamos que Dina Ercilia podría irse debiendo varios puntos tras su paso por Palacio de Gobierno.
Y es que la factura por pagar es larga y detallada: Que compró los Rólex con sus ahorritos; que se los prestó su ‘wayki’, Wilfredo Oscorima; que lasjoyas eran pobremente de la marca Unique; las andanzas del hermanísimo Nicanor, hoy prófugo de la justicia; los vaivenes de ‘El Cofre’ y el ahora negado Mikonos; la burlona clandestinidad de Vladimir Cerrón; el cachaciento menú de 10 soles con sopa, segundo y postrecito incluido; y, de remate, una nueva nariz a manos del mismo cirujano plástico transformador de Magaly Medina.
Como la mayoría de estos casos está en investigación, prima la arremetida contra la Fiscalía y el Poder Judicial. En el último Mensaje a la Nación tuvo un tono de haber
entrado en desesperación. Más que rasparse la nariz, lo que la Presidenta requiere es incrementar su olfato para advertir que la gente exige seguridad, tranquilidad y menos coqueteos con un Congreso que solo busca hacer caja a como dé lugar, sin preocuparse que postulen a la
Presidencia delincuentes o terroristas. En líneas generales, señora Dina Boluarte, abrace usted la verdad y el trabajo con empatía. De lo contrario se irá sin pena ni gloria.
“No era broma, entonces, cuando apuntamos que Dina Ercilia podría irse debiendo
varios puntos tras su paso por Palacio de Gobierno”.