EX PRESIDENTE JUSTIFICÓ SU INTENTO DE DISOLVER EL CONGRESO ANTE EL “CLAMOR DEL PUEBLO”
Explicó que actuó por el “clamor del pueblo” contra el Congreso que lo quería vacar.
El fallido movimiento del expresidente Pedro Castillo, el 7 de diciembre de 2022, además de costarle la libertad, puso a prueba algunas lealtades, como de la actual jefa de Estado, Dina Boluarte, que, según la versión del exministro de Trabajo, Alejandro Salas, no presentó su carta de renuncia antes de una eventual vacancia presidencial, lo que evitó al Congreso de la República convocar a elecciones generales, pues su deseo era asumir el Sillón de Pizarro. Esta negativa mereció dos serios adjetivos: traidora y usurpadora.
Desde su encierro en el penal de Barbadillo, el expresidente Pedro Castillo, arremetió contra la presidenta Dina Boluarte.
A través de una carta publicada en la víspera, Castillo calificó a la mandataria de “traidora y usurpadora” y reiteró que su destitución fue parte de un “golpe de Estado perpetrado por la ultraderecha”, con el apoyo del Congreso, las Fuerzas Armadas y el sistema de
justicia. Castillo Terrones defendió su controvertida declaración de disolución del Congreso asegurando que no fue un acto de rebelión, sino un reflejo del “clamor del pueblo” por cerrar un Legislativo que consideraba dictatorial y por convocar a una consulta para una nueva Constitución.
Además, afirmó que es víctima de una persecución política. Castillo dirigió su mensaje tanto al pueblo peruano como a la comunidad internacional. En su misiva, denunció que el juicio oral por rebelión que enfrenta es una maniobra del Poder Judicial para sentenciarlo
al margen de las leyes y silenciar su voz política. “Estoy con el pueblo y, dentro de él, soy realmente libre”, escribió, reafirmando su compromiso con lo que él considera una lucha por la democracia.
El expresidente también aprovechó para criticar la gestión de Dina Boluarte, destacando su baja aprobación, que según él no supera el 3 %. La tildó de “asesina” por las muertes
ocurridas en las protestas que siguieron a su destitución y la acusó de perpetuar un gobierno que traiciona al pueblo.
Además, Castillo se dirigió directamente a sus seguidores, agradeciéndoles por mantener viva la resistencia dentro y fuera del país, y resaltó la importancia de eventos como el Encuentro Nacional e Internacional por la Defensa de la Democracia, organizado en su honor.
Rechazan su pedido de inhibición
En el plano judicial, La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema declaró infundado un requerimiento de “inhibición” que presentó la defensa de Pedro Castillo para que el juez supremo Checkley Soria y los magistrados que integran dicho tribunal supremo dejen de intervenir en este proceso penal. La defensa legal del exjefe de Estado sostiene que el juez supremo Juan Carlos Checkley comparte un vínculo familiar con el exministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta, laboró para el gobierno del expresidente Alberto Fujimori en el año 1990, tiene amistad con el doctor Pedro Angulo, exjefe del Gabinete Ministerial del gobierno de la presidenta Dina Boluarte y convalidó la detención ilegal de su patrocinado tras su fallido golpe de estado, entre otros argumentos.
Asimismo, sostuvo que dicha sala suprema se desvío de la vía procedimental prestablecida y vulneró los principios constitucionales del debido proceso y la tutela jurisdiccional prevista en nuestra constitución política.
El tribunal supremo también recordó que el juez supremo Juan Carlos¿ Checkley ya había emitido un informe en el que rechazó esta solicitud de inhibición y posteriormente el último 21 de enero rechazo una recusación que presentó la defensa legal del expresidente Pedro Castillo, decisión que fue confirmada por dicho colegiado el 02 de abril por lo que ejerció su derecho a recusar a los jueces conforme al artículo 54 del Código Procesal Penal.
Salas: “No quiso renunciar a la vicepresidencia”
El ex ministro de Trabajo Alejandro Salas reveló que, semanas antes del 7 de diciembre, el expresidente Pedro Castillo convocó al Gabinete Ministerial —que también integraba Dina Boluarte como ministra de Desarrollo e Inclusión Social—, en el marco de los pedidos de destitución presidencial que surgían desde el Congreso. En ese momento, relata,
“Dina Boluarte le agradece al presidente el hecho de haberla convocado, le dice ‘gracias por haberme convocado esta reunión, ya que usted no me convoca mucho’”.
Salas complementó que, en ese momento, le dijo a Boluarte Zegarra que le alcanzaría una carta para que suscriba que renunciaría a la vicepresidencia ante una eventual vacancia de Pedro Castillo.
“Le digo: ‘Bueno, señora vicepresidenta, ya que usted está demostrando la lealtad una vez más su sumisión al presidente permítame traerle una carta para que usted renuncie al cargo de vicepresidenta con cargo a la vacancia por parte del Congreso”, apuntó. Por eso, Alejandro Salas alegó que Dina Boluarte siempre “tuvo calculado” llegar al
sillón presidencial. “Ella no puede hablar de un talante democrático, o sea, no está ahí por un talante; ella no es presidenta por un talante democrático, ella es presidenta porque siempre lo tuvo calculado”, finiquitó.
Respecto a la sucedido aquel 7 de diciembre, calificó de sorpresivo que el profesor chotano saliera en la televisión pública y anunciara el cierre del Congreso. “Para nosotros, el día 7 fue una absoluta sorpresa. Cuando entramos, nos encontramos en alguna parte del Palacio
de Gobierno y era el salón Quiñones, pegado al salón Grau, algunos ministros que íbamos llegando y de un momento a otro irrumpe el mensaje de la Nación”, relató.