El miedo y la zozobra se han apoderado de la población chimbotana quienes ya no pueden divertirse en discotecas, locales y otros centros nocturnos, temerosos de terminar como el empleado bancario Roberto Arturo Castañeda Obando de 53 años, quien habría sido víctima de las inescrupulosas “peperas” que le causaron la muerte hace unos días.
Castañeda Obando fue visto por última vez a las 4:00 a.m., cuando salía de la discoteca «Barbaria» junto a dos mujeres y un varón más. Según las imágenes de la discoteca la victima abordó un taxi amarillo y se retiró del lugar con las feminas rumbo al hostal «5 Comentarios», en una zona céntrica de Chimbote.
Familiares del empledo bancario lo reportaron como desaparecido por las redes sociales. Horas más tarde su cuerpo fue hallado al amanecer en la habitación 13 del citado hostal. El trabajador bancario cayó en las redes de las «peperas, que ya han sido identificadas por agentes del Departamento de Investigación Criminal (Depincri Chimbote).
Peritos en criminalística analizaron la escena y recogieron evidencias como huellas, fibras, cabellos y fluidos y todo el ADN posible que serán claves en la investigación.
En las imágenes de las cámaras del local Barvaria Bar se aprecia al occiso junto a otro amigo y las “homicidas”. Las cámaras del establecimiento grabaron sus rostros. Estas serán cotejadas con cámaras de la municipalidad del Santa, aunque muchas de ellas están inoperativas.
PEPEARON Y MATARON A JUEZ
Trascendió que las homicidas y su gavilla serían de 8 a 10 criminales (incluidos taxistas, cuarteleros de hoteles y malos empleados de locales), que también estarían tras la muerte hace unos años del Juez Laboral de la Corte de Justicia del Sasnta, José Luis Guerra Lu, quien murió en las mismas circunstancias. La banda de peperas también operaría con “peperos”, que delinquen de la misma forma contra mujeres y miembros de la comunidad LGTB.
La familia del occiso coordina una protesta frente a la Región PNP Chimbote junto a otras otras organizaciones de derechos humanos por la lentitud en las investigaciones.
Cabe resaltar que muchas discotecas y centros nocturnos no cumplen con el aforo respectivo lo que las convierte en bombas de tiempo.
Además de que han sido acondicionadas de restaurantes a discotecas, con evidentes fallas en los sistemas de seguridad, cableado y reglamentación de Defensa Civil para prevenir desastres y tragedias.
