Con el “mudo” al mando del Parlamento han manejado la agenda legislativa a su antojo y pretenden un segundo año del matrimonio por conveniencia.
Quedan descartados los congresistas Eduardo Salhuana y Lady Camones, quienes en las últimas semanas fueron voceados como candidatos de APP
Aunque parezca mentira o una broma de mal gusto, el presidente del Congreso, Alejandro Soto, se prepara para ir por la reelección, luego que el fujimorismo le diera la bendición para continuar un año más en el cargo y fortalecer su pacto bajo la mesa con Alianza para el Progreso (APP) de César Acuña. Bajo la presidencia de Soto, el Congreso ha descendido a 9% de aprobación en las encuestas, con un rechazo de más del 85%, pero al fujimorismo y APP eso no les importa y pretenden seguir con el status quo en el Poder Legislativo, con el objetivo de usarlo para sus fines políticos y mantener en la presidencia a Dina Boluarte.
Esa es la razón fundamental para que siga la alianza o matrimonio por conveniencia entre Fuerza Popular y APP, y Soto encaja porque ha demostrado serles útil a sus intereses, como ha sucedido desde julio del año pasado hasta la fecha.
De esta manera quedan descartadas las anunciadas candidaturas de los congresistas Eduardo Salhuana y Lady Camones, quienes en las últimas semanas fueron voceados como candidatos para reemplazar a Soto. Sin embargo, la cúpula de APP, que comandan César Acuña y su heredero Richard, no consideraron conveniente tomar esta decisión.
COMPRA VOTOS
Se sabe que Soto, además, ha sabido meterse en el bolsillo a una gran parte de congresistas, especialmente de los “mocha-sueldos” o los que tienen denuncias en la comisión de Ética, porque durante su gestión lo que menos hizo esa comisión fue imponer sanciones y, si lo hizo, fueron pequeñas y leves pese a la gravedad de las faltas.
Soto también tiene a su favor que les ha demostrado a los congresistas que les puede dar todo lo que pidan: bonos, aumentos, contratos de familiares y amigos, viajes pagados al exterior y todo tipo de gollerías gracias al enorme presupuesto que maneja el Poder Legislativo, que actualmente tiene más de tres mil empleados, la mayoría de ellos puestos de favor por los propios congresistas.
RESPALDO NARANJA
Las ambiciones de Soto para ser reelecto en la presidencia del Congreso tuvieron un apoyo indirecto con el anuncio de Keiko Fujimori, la semana pasada, de que no apoyarían una postulación de Eduardo Salhuana, por sus conoci- das vinculaciones con la minería ilegal en su región,
Madre de Dios. Salhuana tampoco puso obtener respaldo de otras bancadas, lo que terminó por sepultar sus aspiraciones mientras que Camones ya fue una breve presidenta del Congreso y no ha podido recuperar imagen tras ser vacadas en ese cargo.
A Keiko y la dirigencia naranja no les interesa la presidencia del Congreso, mientras puedan manejar- lo tras bambalinas, y más aún cuando se acercan las elecciones generales.
La idea es que APP corra con la responsabilidad de presidirlo y quemarse con la baja aprobación del Congreso, repudiado por la ciudadanía.
De esta manera, el fujimorismo mantiene el manejo del Parlamento a través de su aliado incondicional, APP, sin permitir que alguien interrumpa o ponga en peligro esa socie- dad política. Todos los que se sometan a sus intereses, son bienvenidos. Esa es la única condición.
Dato:SOTO no solo tiene un ridículo 9% de apoyo, también es el único presidente del Congreso, en los últimos 50 años, que se corre de la prensa. Desde agosto del año pasado -o sea casi un año no declara ni ofrece entrevistas a la prensa, por negarse a responder sobre su oscuro manejo en la aprobación de leyes que favorecen al crimen organizado y la destrucción de la institucionalización del país.