Por: Liz Cruzate, abogada y experta en los derechos de la mujer
En momentos vulnerables y desafiantes de mi vida, las redes sociales se convirtieron en un refugio de autoayuda e inspiración. Frases motivadoras de coaches y especialistas en desarrollo personal resonaban en mi ser, recordándome que todo en la vida tiene un propósito. Me cuestionaba: «¿Quién soy realmente?» Fue entonces cuando la revelación llegó: nadie más que yo misma podía quererme y creer en mí. Agradezco sinceramente a todos aquellos que comparten sus experiencias y consejos en las plataformas digitales, pues son un bálsamo para el alma en momentos de dificultad; créanme, son un antídoto al sufrimiento y caos.
Precisamente, el coaching en línea se constituye como una valiosa herramienta para quienes, como yo, han atravesado momentos difíciles en diversos aspectos de la vida. Aunque todo pueda parecer caótico, la perspectiva desde la cual abordamos los problemas puede marcar la diferencia. Desde mi propia travesía, sé que las palabras de aliento y consejos motivacionales pueden ser la clave para trabajar en nuestro crecimiento personal y hallar respuestas en medio de la tormenta.
Al abrir las redes sociales, somos inundados por un exceso de información sobrevalorada. Sin embargo, en este mar de mensajes, encontramos también a profesionales y especialistas que ofrecen coaching en línea para enriquecer nuestra existencia. Un coach es un guía que utiliza esta metodología de aprendizaje para impulsarnos hacia el logro de metas personales y profesionales. Aplaudimos su presencia en nuestras vidas por la valiosa contribución que realizan.
En ese sentido, el coaching se revela como una herramienta invaluable en el ámbito laboral, donde he experimentado de primera mano su impacto positivo. A través de esta disciplina, he adquirido técnicas de autoayuda, liderazgo, gestión del cambio, habilidades comunicativas y manejo del estrés. Además, promueve el autoconocimiento, pieza fundamental para nuestro crecimiento interior, la planificación de nuestra vida y el establecimiento de metas claras que nos conduzcan al éxito que todos merecemos.
En mi experiencia como mujer, madre y empresaria, el coaching me permitió emprender un proceso de autodescubrimiento personal y espiritual. Incluso, inicié una Programación Neurolingüística PNL, a través de la cual emprendí un viaje de autodescubrimiento personal y espiritual. Este aprendizaje me ha ayudado a mejorar la comunicación, controlar mis emociones y resolver problemas para construir relaciones más positivas.
En momentos de incertidumbre y adversidad, cuando el mundo parece desmoronarse, es cuando el coaching se convierte en una luz de esperanza, proporcionando un acompañamiento emocional y espiritual que nos guía hacia la paz interior y el empoderamiento personal. La experiencia personal demuestra que el verdadero poder reside en nuestro interior.
El coaching en línea no es solo un recurso, es una llamada a despertar nuestra propia fuerza interior y a encontrar la paz en mitad de la tormenta. Si logré superar mis propios desafíos, ¿por qué no podrías tú también hacerlo? Recuerda siempre que el poder de transformación reside en tus manos.