Por: Ing. Patricio Bracamonte Montes
(Especialista en Sistemas de Gestión Eléctrica)
El Fenómeno de El Niño en el Perú tiene un impacto significativo en la energía y en varios sectores. Durante los próximos 6 meses, se esperan cambios climáticos en diferentes regiones del país, como precipitaciones intensas en el norte y la sierra norte, y sequías en el sur y el centro-sur. Esto puede llevar a deslizamientos, desbordamientos de ríos, y falta de agua en algunas zonas.
En cuanto a la generación de energía, aproximadamente el 60-70% de la electricidad en el Perú proviene de centrales hidroeléctricas, que dependen de las condiciones hídricas. El bajo caudal de los ríos en el sur del país hace que la producción de energía sea más baja, lo que requiere recurrir a fuentes alternativas como centrales térmicas, solares y eólicas, así como grupos de generación a diésel.
Para afrontar este fenómeno, el sistema eléctrico peruano debe tomar varias medidas:
Aprovechar las lluvias para optimizar los niveles de los embalses y gestionar el uso del agua de manera eficiente.
Coordinar el uso del agua entre las centrales eléctricas y el riego de cultivos de manera más eficiente durante el fenómeno.
Asegurar el suministro de combustibles y gas natural para las centrales térmicas y garantizar la infraestructura de distribución.
Mantener una matriz energética robusta y flexible para minimizar cortes de energía eléctrica en caso de desastres climáticos.
Además, se debe promover el uso racional y eficiente de la energía, establecer contratos de suministro eléctrico con incentivos para reducir la demanda en momentos de emergencia y gestionar planes de compra de energía que beneficien a los consumidores durante periodos de baja generación eléctrica.
En resumen, el fenómeno de El Niño es un desafío para el sistema eléctrico peruano, que requiere una planificación cuidadosa y medidas de mitigación para minimizar su impacto en la generación de energía y en la comercialización de la electricidad.
