Juez Díaz calificó medida limitativa como excepcional
Explicó que se deben cumplir ciertos requisitos como intento de fuga, que imputado se ausente del juicio, lo cual tendría como objetivo su quiebre, entre otras medidas
El juez Ernesto Díaz, titular del 22 Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Lima, calificó la prisión preventiva como la medida más extrema y de carácter excepcional que se impone a un imputado y que tiene como objetivo garantizar la investigación de un proceso.
Al respecto, explicó que el Poder Judicial impone esta medida siempre y cuando se cumplan con algunos requisitos como la existencia de suficientes pruebas contra el investigado, que la pena a imponerse sea mayor a los cuatro años, intento de fuga y que éste no se presente al proceso, lo cual tendría como objetivo quebrar el juicio.
Agregó que, a ello, el magistrado también considera para imponer esta medida que el imputado pretenda obstaculizar la investigación, esto a través de amenazas a testigos, a peritos e incluso al personal fiscal y judicial, lo cual puede peligrar la investigación.
En ese sentido, el magistrado afirmó que existen otras medidas alternas que pueden ser impuestas al imputado o investigado como la comparecencia simple o con restricciones, el arresto domiciliario, el uso de grilletas; entre otros
Respecto al tiempo de la prisión preventiva, el magistrado explicó que esta varía desde los 9 a 18 meses según los hechos que se le imputa, los cuales también pueden ser prorrogables.
“La prisión preventiva es de nueve meses para procesos comunes prorrogables a nueve meses más, pero si hay complejidad en el caso, como el número de investigados o más pericias para recabar, se podría dar 18 meses, pero si esta persona pertenece a una organización criminal se amplía hasta 36 meses prorrogable a doce más”, explicó.
Por último, Díaz descartó que la prisión preventiva sea igual a una condena al explicar que la medida limitativa se da para garantizar la investigación, mientras que la sentencia se emite una vez que todas las pruebas presentadas en un juicio pasan un filtro a través del juez, quien luego de analizarlas determina la inocencia o culpabilidad del imputado.