La empresa que lideró este cartel corrupto es Medifarma de la familia Picasso que no le bastó con matar a 7 peruanos con sueros contaminados, sino que venía jugando con
la salud de los peruanos
desde hace 20 años
Congresistas exigen que fiscalía intervenga y allane laboratorios de prácticas delincuenciales.
Por años, mientras millones de peruanos buscaban medicinas más baratas, un grupo de laboratorios y cadenas de boticas operó bajo la lógica de un cartel empresarial: acuerdos secretos, coordinación de precios y una estructura que, según Indecopi, había perfeccionado un mecanismo para mantener costos artificialmente altos en medicamentos esenciales.
Hoy, el caso vuelve a desnudar cómo funciona realmente el mercado farmacéutico y hasta dónde llegan los intereses que operan entre bambalinas.
UNA INVESTIGACIÓN
QUE DESTAPÓ DÉCADAS
DE PRÁCTICAS
CUESTIONADAS
El reciente pronunciamiento de Indecopi no es un hallazgo aislado: es el resultado de una de las investigaciones más amplias en el sector salud. Según la Comisión de Defensa de la
Libre Competencia, varias empresas habrían participado en prácticas colusorias verticales y horizontales, concertando precios de medicamentos de alta rotación y coordinando márgenes que afectaban directamente el bolsillo de los ciudadanos.
Aunque muchas de estas acciones se habrían realizado bajo la sombra de estructuras corporativas complejas —holding, subsidiarias, acuerdos de distribución exclusiva y pactos comerciales— el objetivo final era simple: mantener los precios arriba y la competencia abajo.
CONCERTACIÓN
DISFRAZADA
DE “SINERGIAS
COMERCIALES”
La llamada “competencia” que se promocionaba públicamente se habría diluido en reuniones cerradas, intercambios de información privilegiada y acuerdos indirectos. Indecopi ha identificado patrones inequívocos:
• Precios idénticos o con variaciones mínimas entre cadenas que supuestamente competían.
• Ajustes simultáneos en medicamentos de uso frecuente.
• Bloqueos a distribuidores que querían ofrecer precios más bajos.
• Presiones comerciales para mantener márgenes protegidos y evitar “guerras de precios”.
En simple: un club privado dentro del sector farmacéutico donde todos ganaban… menos los pacientes.
EL IMPACTO: MILES
DE MILLONES EN
SOBRECOSTOS
El informe preliminar estima que las prácticas del cartel habrían generado sobrecostos para el consumidor durante años. No se trató de centavos: en muchos casos, medicamentos esenciales llegaron a costar entre 20% y 60% más de lo que costarían en un mercado realmente competitivo.
Esto afectó especialmente a:
• Adultos mayores, que dependen de tratamientos permanentes.
• Pacientes crónicos, que no pueden elegir dejar de comprar sus medicinas.
• Familias de menores ingresos, obligadas a endeudarse para acceder a tratamientos básicos. Pero también perjudicó al propio Estado, pues hospitales públicos, EsSalud y programas públicos terminaron pagando precios inflados que hoy se traducen en menos camas, menos insumos y menos capacidad de respuesta del sistema de salud.
LAS EMPRESAS
SANCIONADAS: EL
TABLERO DE PODER
Indecopi ha sancionado a trece (13) empresas que, según la autoridad, participaron del cartel farmacéutico. Indecopi ha señalado que este conjunto de empresas actuó de manera concertada para manipular licitaciones estatales de medicamentos (principalmente para hospitales públicos y EsSalud) entre aproximadamente 2010 y 2020.
REACCIÓN EMPRESARIAL:
NEGAR, MINIMIZAR,
DISTRAER
Como era previsible, las empresas involucradas han salido a:
• Negar toda coordinación.
•Cuestionar la metodología del Indecopi.
• Victimizarse ante una
supuesta “persecución regulatoria”.
• Advertir que las sanciones “afectarán el abastecimiento”.
El libreto es conocido. Cada vez que se destapa una práctica colusoria —sea en gas, transporte o alimentos— los monopolios repiten la misma narrativa para defender privilegios.
LO QUE VIENE: MULTAS
HISTÓRICAS Y UN
PROCESO QUE PODRÍA
LLEGAR AL PODER
JUDICIAL
Si Indecopi confirma las sanciones, estaríamos ante una de las multas más altas
en la historia del organismo (se habla de más de S/ 539 millones). Pero esto recién
empieza: las empresas apelarán ante la Sala Especializada y luego ante el Poder Judicial, un terreno donde los grupos económicos suelen jugar con ventaja.
El peligro es claro: que este caso termine diluyéndose en tecnicismos legales, como tantos otros.
UN LLAMADO URGENTE A
LA REGULACIÓN REAL
El caso del “club de las farmacéuticas” demuestra que el mercado peruano necesita:
•Regulación más fuerte,
no capturada por empresas.
•Mayor transparencia en
precios de medicamentos.
•Políticas que protejan
al consumidor, no a los monopolios.
• Un rol activo del Estado
en la adquisición y distribución.
La salud no puede seguir
siendo un negocio donde
unos pocos deciden cuánto
debe pagar una población
entera.
EL FONDO DEL ASUNTO:
LA SALUD COMO
MERCANCÍA
El escándalo del cartel farmacéutico es la punta del iceberg de un problema estructural: en el Perú, la salud se ha privatizado de manera tal que la vida depende de quién pueda pagar más. Indecopi ha encendido una alarma. El país tiene la oportunidad de romper este esquema. La pregunta es si el poder político tendrá el valor de enfrentar a uno de los lobbies más influyentes y oscuros del país.



