Los detenidos, conocidos como «Gordo Coco» y «Chata», cometían extorsión enviando videos con armas y explosivos para atemorizar a empresarios del rubro maderero y otros sectores. Exigían hasta 40 mil soles bajo amenaza de muerte.
La Policía Nacional capturó en Comas a dos integrantes de la banda criminal «Los Injertos de San Juan de Lurigancho», acusados de extorsionar a empresarios mediante videos intimidatorios con armas de fuego y explosivos. Los detenidos son Ismael Antonio Rivera Valencia, alias «Gordo Coco», de 40 años, y Joselin Celeste Flores Oré, alias «Chata», de 30 años. Ambos convivientes operaban en Comas, Carabayllo, Collique y San Juan de Lurigancho, donde extorsionaban principalmente a negocios del sector maderero.
El terror como negocio
La pareja usaba el miedo como herramienta principal de extorsión. Enviaban mensajes por celular donde exigían hasta 40 mil soles. Las amenazas incluían videos con armas de fuego y explosivos para amedrentar a las víctimas.
El coronel Roger Cano Benítez, jefe de la Brigada Especial contra el Crimen de Lima Norte, explicó: «Esta banda criminal integrada por dos convivientes estaban extorsionando a una empresa dedicada a la maderera en San Juan de Lurigancho, a quienes, mediante mensajes extorsivos, amenazantes, le exigían la suma de 40 mil soles a fin de no atentar contra su vida o la integridad física de alguno de sus familiares». Los delincuentes fotografiaban los negocios antes de enviar los mensajes intimidatorios.
Operativo con drones e incautaciones
Durante el allanamiento, la Policía incautó los teléfonos celulares usados para las amenazas, municiones y prendas de vestir que aparecen en los videos. El coronel Cano señaló: «Envían balas y mensajes aterradores para obligar a las víctimas a pagar. El miedo es su arma principal». El operativo usó drones para ubicar el inmueble donde operaban.
Reincidencia y vínculos criminales
Rivera Valencia registra antecedentes por hurto agravado y tenencia ilegal de armas. Ha ingresado cuatro veces a diferentes penales del país. El coronel Cano fue categórico: «Este sujeto tiene una vida criminal sostenida. Es un reincidente y no ha mostrado señales de rehabilitación». El padre del detenido fue miembro de «Los Destructores», una de las bandas más peligrosas del pasado. Los detenidos fueron trasladados a la Brigada Especial contra la Criminalidad Menor.



