Muchos postulan a prácticas que exigen más de un año de experiencia sin recibir respuesta. Empresas GPTW aún promueven convivencia con universitarios.
La difícil búsqueda de prácticas pre profesionales golpea a jóvenes universitarios que enfrentan requisitos absurdos como un año de experiencia y, pese a postular, muchas veces nunca reciben una respuesta; solo unas pocas empresas destacadas como Cisco o BBVA, reconocidas por Great Place to Work y estudios como BIE, rompen ese esquema, ofreciendo desarrollo real y buenas condiciones de ingreso.
La paradoja de la experiencia exigida
Muchos estudiantes no pueden acceder a sus primeras prácticas, aunque sean pre profesionales. Encuentran requisitos como “1-3 años de experiencia” para plazas destinadas a recién llegados. En Lima, decenas de postulaciones se pierden en el silencio: “Las empresas nunca se ponen en contacto… nunca actualizan nada” y algunos esperan más de tres meses para recibir siquiera un “no”.
Silencio, la peor respuesta
La frustración crece cuando ni siquiera notifican el rechazo. Uno cuenta que tras postular nunca recibió noticias, ni temporal ni definitivas: “nunca en la vida me contactaron”. Este vacío genera angustia y desilusión entre quienes intentan insertarse al mercado.
Empresas con prácticas bien evaluadas
Algunas sí invierten en desarrollo. Según el ranking Best Internship Experiences (BIE), lo más valorado en una buena práctica es el aprendizaje y desarrollo profesional (27 %), seguido del ambiente laboral (21 %) y la imagen de la empresa (11 %). Entre las más recomendadas aparecen Gold Fields, SAP y BBVA, seguidas por Mibanco, BCP, Ripley y más. El CEO de BBVA destaca su plan de prácticas como uno de los mejores según FirstJob.
Empresas en el ranking de Great Place to Work (GPTW) prueban que existe voluntad de mejora. Empresas como Cisco Systems Perú, DHL Global Forwarding, Santander, Interbank, PlazaVea, Cineplanet, Casa Andina han sido destacadas por su clima laboral.
Las cifras del desempleo juvenil
Un reporte de ManpowerGroup subraya la brecha: más del 30 % de jóvenes (18-29 años) no logran ser contratados por falta de experiencia. Además, el 81 % enfrenta dificultades para encontrar empleo, y el 22 % lleva más de un año postulando sin éxito, mientras el 40 % lleva medio año en esa situación.
Relatos reales expuestos
- Un estudiante titulado no puede acogerse a prácticas, y tampoco lo contratan por falta de experiencia, quedando atrapado entre dos barreras.
- En una microempresa, un practicante relató trabajar 8 horas sin contrato, sin respetar la jornada legal (6 horas) y ganando menos del mínimo.
- Otros mencionan que para acceder a prácticas en entidades públicas, muchos usan “vara” o contactos internos, pues las convocatorias suelen estar copadas antes de publicarse.
Postura materialista crítica
El acceso a las prácticas debería ser un puente real hacia la inserción laboral. Pero el sistema exige experiencia previa, generando exclusión estructural. Las empresas pequeñas abusan con condiciones legales que no respetan. El silencio, la falta de información, refuerzan la precariedad y la sensación de invisibilidad. Las prácticas no son solo un trámite: son una negociación entre capital simbólico del estudiante y explotación económica de su mano de obra. Solo empresas grandes y con recursos parecen invertir en formación genuina; pero esa brecha sigue cerrando oportunidades a jóvenes sin acceso a redes o recursos.
Los universitarios en Lima enfrentan una lucha desigual al buscar prácticas pre profesionales. Les piden experiencia que no pueden tener. Postulan con la esperanza de aprender, pero muchas empresas no responden nunca. Algunas firmas reconocidas sí ofrecen caminos dignos y valorados. Sin reforma real, el proceso reproduce desigualdad: solo quienes tienen padrinos, recursos o suerte logran cruzar esa puerta.