Home CULTURA Serafina Quinteras: Uno no sabe a veces porque hace las cosas…

Serafina Quinteras: Uno no sabe a veces porque hace las cosas…

196
0

En esta entrevista íntima con José Beltrán Peña, la legendaria compositora y poetisa Serafina Quinteras (seudónimo de Esmeralda González Castro, 1902-2004) desnuda su alma con una mezcla de humor ácido y sabiduría centenaria. Desde su casa en Santa Beatriz (Lima), la autora de «Muñeca Rota» reflexiona sobre su vida marcada por la pobreza, la creatividad heredada y su rol como madre de la poeta Blanca Varela.

Entrevista: José Beltrán Peña.

Entrevista memorable con la gran, Serafina Quinteras, seudónimo de Esmeralda Gonzáles Castro (Lima, 1902 – 2004) en su casa de Santa Beatriz (Lima). Gran poeta festiva y humorista, compositora, periodista y amiga peruana de kilates. Fue madre de la nuestra poeta de valía hispanoamericana, Blanca Varela, y suegra del reconocido artista plástico de talla internacional, Fernando de Szyszlo.

JOSÉ BELTRÁN PEÑA: ¿Doña Serafina, cómo quiere que la trate: como escritora, como compositora, como poeta, como…?

Serafina Quintera: Como amiga, como una amiga mayor por supuesto. Como una amiga que te comprende, porque yo tengo amigos jóvenes. No me asusta sí es un muchacho porque sí es inteligente lo admiro.

JBP: ¿Fue feliz en su niñez?

SQ: No fui feliz porque mi madre era muy delicada. Yo adoré a mi madre y nunca me separé de ella, mi madre murió en Lima. Siempre he sido triste. Yo puedo estar triste pero no sé llorar.

JBP: En tu vida, en algo te ha ayudado el haber tenido unos padres tan vinculados al mundo cultural, te ha hecho el camino más fácil a nivel artístico?

SQ: No me han ayudado, porque yo he sido muy pobre, he tenido que trabajar siempre. Yo no he ido al colegio. Pero mi madre tenía tal cultura y tal tino que conversaba y leía de todo.

JBP: El talento que tienes para escribir y componer, lo heredaste…

SQ: Lo heredé. Sí sé que hay talento lo heredé y lo aproveché, porque yo he trabajado para mis hijos que son felices, que son cultos y que son gente de bien. Soy una mujer pobre pero muy feliz, yo quiero a la gente pobre, respeto a la gente rica me alegro por ellos, pero hay gente pobre que vale mucho y que han sido y son postergados. Yo no he estado postergada nunca sin ser metete.

JBP: ¿Cuándo publicaste por primera vez?

SQ: En 1940, el año en que murió mi madre.

JBP: Pero anteriormente no habías escrito poemas de amor, cartas…

SQ: No, nunca, me parecía muy huachafo.

JBP: Caso paradójico cabalísticamente, ¡comenzaste escribir a los cuarenta años!

SQ: ¿Qué tal número, no?

JBP: ¿Qué es la bohemia para ti?

SQ: La bohemia es una cosa muy bonita, La bohemia para mí es la idea, el talento, la conversación, la vida, pero la bohemia no es la borrachera.

JBP: Cuándo cumpliste 90 años dijiste: no soy beata pero si una mujer de fe ¿puedes explicárnoslo?

SQ: Esas beatas que andan metidas en la iglesia, chismeando y enterándose de la vida de todo el mundo, no. Pero yo tengo fe, yo creo en Dios.

JBP: Una característica en ti son tus diferentes seudónimos…

SQ: Rosa Hernando era una mujer maravillosa que tenía una revista agrícola, me dijo que escribiera unos artículos y yo le acepté pero, yo de agricultura que sé, al final le escribí unos artículos un poco de humor con el seudónimo de Pepita Del Campo. Después utilicé el seudónimo de Pancha remolino…

JBP: Creo que Serafina es tu mejor seudónimo…

SQ: Claro que sí, lo elegí. Fue por los hermanos españoles Quinteros, a los cuales los leía, por ellos somos las hermanas Quinteras, Enma y yo, ella en la música y yo daba la letra. Además cantábamos las dos. Por Joaquín mi prima se llamó Joaquina y yo Serafina por Serafín. Ellos eran unos humoristas notables y como nosotras escribíamos humor, cayó a pelo.

JBP: ¿Por qué compusiste “Muñeca Rota”, fue por la gravedad de tu mamá?

SQ: Uno no sabe a veces porque hace las cosas…

JBP: ¿Mal de amores, la compusiste porque tus hijas estaban lejos de ti?

SQ: No era por mis hijas sino por la familia. Yo he ido siempre a verlas porque no había tragedias. “Mal de ausencia”, la escribí porque recordaba mi niñez, por mi padre.

JBP: ¿Qué recuerdos tienes de Chabuca Granda?

SQ: Chabuca Granda era muy buena amiga. Mira yo no he tenido rivalidad con nadie. Chabuca era la mujer más sencilla del mundo.

JBP: ¿Tuviste un problema político con Luis Alberto Sánchez?

SQ: Luis Alberto Sánchez escribió atacando a José Arnaldo Márquez y mi mamá que escribía en El Comercio, en ese momento, escribió un artículo que empezaba diciendo: “Juzgar a sabio de renombre no es digno de principiante”. Porque hasta inventor fue Arnaldo Márquez, eso fue todo, no era el problema conmigo. Luis Alberto Sánchez era un pobre hombre porque era muy infeliz, porque no lo quería nadie.

JBP: En el Perú, quien ha sido para ti el mejor Presidente del siglo XX?

SQ: Para mí, un año del Presidente Odría que fundó los comedores, las casas, todo lo que hay y después se fue al diablo porque se abrochó con los apristas.

JBP: Serafina elija: 31 de Octubre, ¿Música criolla o Halloween?

SQ: Por favor quieres que te diga una lisura, jajajajaja

JBP: Sí

SQ: No te la voy a  decir, jajaja… ¡Qué viva la música criolla!

JBP. Qué se siente tener como hija, a una de las mejores poetas de Hispanoamérica, me refiero a Blanca Varela?

SQ: Mucha satisfacción y alegría. No es orgullo sino me alegra, desde chica fue muy inteligente. Estoy feliz de ver su triunfo porque ha sido muy estudiosa, es una maravillosa hija quizás sea, la que más me ayuda a vivir. Yo no podría sobrevivir con una cesantía que son 140 soles.

JBP: ¿Blanca era inquieta de chica, te ha sacado canas?

SQ: Era lectora, muy lectora. Nunca me ha sacado canas, he tenido la suerte de que mis hijas me contaban todo, me decían ese fulano me enamora y yo respondía, a ver quién es, cuéntame, por ejemplo.

JBP: ¿Que tal Fernando de Szyszlo como yerno?

SQ: Buena persona, me llamó para felicitarme, qué bonito ¿no?. No ha habido jamás motivo de disgusto. Se divorciaron con Blanca después de cuarenta años de matrimonio, ella vive sola, es muy feliz.

JBP: Últimamente con justicia, estás siendo homenajeada con mucho respeto y admiración

SQ: Sí, he recibido algunos diplomas, y de la Municipalidad de Lima, un plato de plata que me ha mandado la señora Cuculiza que sirve para poner mi queque o torta (risas)

JBP: Cuéntanos sobre el programa radial, “Callejón” de corte costumbrista que conducías a través de Radio 1160…

SQ: El programa duró y gustó muchísimo. Era un programa netamente peruano, alegre, con música nuestra, con dichos, y se contaban cosas que han pasado en Lima que nadie conocía y con buenos actores como Luis Álvarez.

JBP: ¿Sigues considerando que las novelas que se realizan en el Perú son huachafas?

SQ: Estoy en contra de las actuales telenovelas son muy huachafas e intrascendentes novelitas rosas.

JBP: Nunca has escrito telenovelas?

SQ: He escrito radionovelas no telenovelas rosas sin ningún mensaje, por ejemplo, La Mariscala, La Llaga que el autor es mi padre, Nicolás Augusto González en Radio Nacional. Para la televisión realice unas adaptaciones de Ricardo Palma en los canales 5 y 9, fue una telenovela con mensaje e investigación histórica.

JBP: Ya en la primavera del otoño, ¿para quién has escrito?

SQ: Para vivir hijo, para todos, para el pueblo. Pensando en mi Perú, adoro mi tierra con todos sus defectos que le vamos a hacer, así como uno quiere a los hijos con todas sus imperfecciones (y lo mira a su hijo Raúl). (Risas)

La memorable entrevista fue publicada en extenso,  en la revista peruana de literatura, “Palabra en Libertad” N° 4. Lima. Perú.