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Parálisis del sueño provoca alucinaciones a quienes la sufren

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 La parálisis del sueño afecta al 30% de la población mundial con experiencias alucinatorias que algunos interpretan como encuentros demoníacos.


La parálisis del sueño afecta al menos al 30% de las personas en todo el mundo, según la Clínica Cleveland, y suele venir acompañada de alucinaciones aterradoras que muchos describen como «demonios de la parálisis del sueño». Estas experiencias ocurren cuando el cerebro está consciente pero el cuerpo permanece paralizado, una desconexión fisiológica que puede durar entre unos segundos y hasta 20 minutos. Baland Jalal, investigador de la Universidad de Harvard y uno de los principales expertos en el tema, ha vivido estos episodios en carne propia y los ha estudiado globalmente, buscando entender sus causas, formas de tratarla y su arraigo en las creencias culturales.

Una experiencia aterradora hecha ciencia


Baland Jalal tenía 19 años cuando despertó en su cama sin poder moverse ni hablar. Una presencia monstruosa lo sujetaba y le oprimía el pecho. “Me estranguló, intentando matarme. Estaba completamente seguro de que iba a morir”, relató. Hoy, con 39 años, Jalal se ha convertido en un referente académico en el estudio de la parálisis del sueño. Su investigación lo ha llevado a entender por qué el cerebro produce estas experiencias tan vívidas y terroríficas.

Estas alucinaciones ocurren durante la transición hacia o desde la fase REM del sueño, en la que el cuerpo está paralizado para evitar movimientos durante los sueños. El Dr. Matthew P. Walker, director del Centro de Ciencias del Sueño Humano en la Universidad de California, Berkeley, explicó que la parálisis del sueño es como un “atasco” entre cuerpo y mente: el cerebro se activa antes de que el cuerpo recupere el control motor.

Según Jalal, alrededor del 40% de quienes experimentan parálisis del sueño sufren alucinaciones visuales, auditivas o táctiles. De esos, el 90% las percibe como aterradoras. Algunas personas ven figuras fantasmales, extraterrestres, o criaturas que los atacan o abusan de ellos.

Cultura, creencias y monstruos nocturnos


Jalal encontró que la cultura influye en cómo se interpreta la parálisis del sueño. En Egipto e Italia, por ejemplo, las personas hablan de brujas o genios malignos. En países como Dinamarca o Estados Unidos, las explicaciones tienden a ser más racionales y el miedo es menor. “¿Por qué vemos estos monstruos? ¿Son las imágenes oníricas… las que se están desbordando a la conciencia?”, se pregunta Jalal. Su respuesta es que es parte de ello, pero no toda la historia.

Cuando alguien despierta y no puede moverse, el cerebro busca una explicación lógica a lo que ocurre. Si no la encuentra, inventa una historia. La reducción de actividad en la corteza prefrontal (que regula la lógica) y la hiperactividad de la amígdala (centro de las emociones) hacen que estas alucinaciones sean especialmente vívidas y aterradoras, explicó Walker.

Factores de riesgo y efectos colaterales


Aunque la parálisis del sueño no es peligrosa por sí misma, puede indicar trastornos del sueño más graves. También puede generar ansiedad, afectar la calidad del descanso e incluso provocar síntomas similares al trauma si los episodios son frecuentes. Jalal ha notado que el estrés, la ansiedad, el trastorno bipolar, la narcolepsia, el desfase horario, la falta de sueño y ciertos medicamentos pueden aumentar el riesgo.

La apnea del sueño, el consumo de sustancias y un historial genético también se asocian con esta condición. Jalal, por ejemplo, notó que sus episodios ocurrían con mayor frecuencia durante la etapa escolar o en momentos de alto estrés.

Cómo tratarla y prevenirla


No existe un tratamiento único que detenga la parálisis del sueño en el momento en que ocurre. Sin embargo, hay formas de reducir su frecuencia. Dormir entre siete y nueve horas, mantener horarios regulares, evitar el estrés y practicar técnicas de relajación puede ayudar, según Walker. La terapia cognitivo-conductual también puede abordar causas más profundas como el insomnio.

En algunos casos, se recetan medicamentos como antidepresivos ISRS o tricíclicos, que afectan la fase REM. Aumentar los niveles de serotonina puede reducir la parálisis del sueño, aunque el uso prolongado de antidepresivos también puede tener efectos secundarios, como el trastorno de conducta del sueño REM.

Una terapia alternativa en desarrollo


Jalal desarrolló un tratamiento basado en su experiencia y estudios: la terapia de meditación y relajación. Consiste en evaluar cognitivamente el episodio, distanciarse emocionalmente, pensar en algo positivo y evitar mover los músculos. En un pequeño estudio de 2020, esta terapia redujo la frecuencia de los episodios en un 50% en personas con narcolepsia.

Actualmente, Jalal prueba esta terapia en más personas en Harvard. Su enfoque no sólo busca aliviar el miedo, sino también ayudar a entender el fenómeno desde una perspectiva científica y materialista. Para él, comprender la biología de estas alucinaciones puede transformar el terror en conocimiento.