- EN AUDIENCIA con autoridades de Lambayeque, el Sumo Pontífice agradeció el cariño del pueblo peruano y recordó su etapa como obispo en Chiclayo.
El papa León XIV volvió a expresar su profundo afecto por el Perú al recibir en el Vaticano a una delegación oficial de la región Lambayeque. Durante el emotivo encuentro, el Pontífice destacó el valor espiritual y humano del país, y no dudó en exclamar con entusiasmo: “¡Que viva Chiclayo!”, en alusión a la ciudad donde sirvió como obispo durante
casi una década.
“El Perú está muy presente en mi vida. Es un país que impacta al mundo con su fe, su comunión y su espíritu de amistad”, afirmó el Papa ante la comitiva lambayecana, encabezada por el gobernador regional Jorge Pérez. León XIV también recordó con gratitud su paso por la diócesis de Chiclayo, donde fue nombrado obispo en 2015 y ejerció hasta 2023, ganándose el respeto y cariño de la comunidad católica.
Durante la audiencia, el Papa compartió una reflexión íntima sobre su inesperada elección como sucesor de Francisco. “Jamás imaginé que sería su sucesor, pero como director espiritual uno aprende a aceptar la voluntad de Dios”, señaló con humildad.
Además, agradeció el esfuerzo de los asistentes por acompañarlo en este momento trascendental: “Su presencia es muy valiosa para mí. Gracias al Perú por tanto cariño y sacrificio”.
El gobernador de Lambayeque entregó al Pontífice un reconocimiento en nombre del pueblo lambayecano, destacando su labor misionera y su
compromiso con la fe. La delegación estuvo integrada por consejeros regionales y el alcalde de Pacora, quienes compartieron la emoción de reencontrarse con quien consideran “un chiclayano de corazón” convertido ahora en líder de la Iglesia Católica.
