La presidenta disuelve el gabinete ministerial en pleno, incluidos ministros recién nombrados, mientras el Congreso preparaba mociones de censura contra el premier Adrianzén.
Perú amaneció este miércoles sin gabinete ministerial. La presidenta Dina Boluarte aceptó la renuncia de todos los ministros de Estado, incluido el premier Gustavo Adrianzén, tras una jornada de tensiones políticas y mociones de censura en el Congreso. La medida afectó incluso a ministros recién juramentados y al canciller, quien se encuentra fuera del país.
Renuncia colectiva bajo presión
Boluarte formalizó la salida del gabinete mediante resoluciones supremas publicadas este 14 de mayo. La decisión llegó horas después de que Adrianzén anunciara su dimisión irrevocable en un mensaje televisado desde Palacio de Gobierno, rodeado de los ministros y la propia mandataria.
«Pensando en los altos intereses de la patria, me asiste hoy el deber de presentar ante usted mi renuncia irrevocable al cargo de presidente del Consejo de Ministros», declaró Adrianzén. Aseguró que su gestión se desempeñó «con gran sentido de responsabilidad y de compromiso», y que cumplió sus funciones «sin cometer actos de corrupción».
Congreso impulsaba mociones de censura
La salida del premier se produjo en medio de fuertes críticas por la crisis de inseguridad, agudizada tras el asesinato de 13 trabajadores en Pataz. Cuatro bancadas —Podemos, Acción Popular, Renovación Popular y parlamentarios no agrupados— presentaron mociones de censura contra Adrianzén, acusándolo de «manifiesta incapacidad» para liderar el gobierno. El debate estaba programado para este miércoles.
Ministros fugaces y canciller en el exterior
Entre los renunciantes figuran Raúl Pérez-Reyes (Economía), Carlos Malaver (Interior) y César Sandoval (Transportes), quienes apenas habían asumido el martes. También dejó el cargo el canciller Elmer Schialer, pese a estar en una misión oficial fuera del país.
El Ejecutivo agradeció a los exministros «por los servicios prestados a la Nación». Ahora, Boluarte deberá formar un nuevo gabinete en medio de una crisis política que se arrastra desde 2022, con constantes cambios en el alto mando. El país espera el desenlace de esta nueva turbulencia.