El director del taller chalaco, Miguel Ángel Gutiérrez, habla sobre su lucha por mantener vivo el teatro comunitario pese a la indiferencia de las autoridades y las adversidades económicas.
Por Leonardo Ataucuri Espiritu
Miguel Ángel Gutiérrez Porras dirige desde el 2000 el Taller de Promoción y Arte Creativo (TPAK), taller que usa el teatro como herramienta de cambio social. A días de su aniversario 25, el fundador revela los retos de mantener viva esta casi utopía artística.
Leonardo Ataucuri: ¿Cómo surgió el TPAK y qué papel jugó «JesúsXtoSuperStar» en su creación?
Miguel Ángel Gutiérrez: El TPAK nació en el año 2000, tras la segunda presentación de la obra JesúsXtoSuperStar en la Parroquia Jesús de Nazareth del Asentamiento Humano Manuel Cipriano Dulanto (Callao). Al independizarme de la parroquia, formé un taller teatral en la zona. Reuní a adolescentes y, bajo mi dirección, desarrollamos dinámicas formativas. Inicialmente presentábamos obras religiosas, como Parábolas, en comunidades chalacas. Luego a pedido de una comunidad rural en Paracas (Ica), escribí El Pozo Santo, basada en un milagro local. Allí mismo estrenamos La Aventura de una Estrella, un clásico navideño que cumple 25 años de presentaciones ininterrumpidas.
LA: ¿Cuál es la principal misión del TPAK y cómo el teatro contribuye a cumplirla?
MAG: Nuestra misión es generar cambio social mediante la interacción artística. Usamos el teatro para prevenir conductas disfuncionales y reducir la violencia en la comunidad. El arte, en especial el teatro, es nuestra herramienta clave.
LA: ¿Cómo adaptan las obras a las realidades de su comunidad durante el proceso creativo?
MAG: El 80% de nuestro elenco son niños. Las obras se crean bajo mi dirección, pero con adaptaciones que consideran dos factores: el mensaje social necesario y las capacidades de los participantes. Trabajamos desde la idiosincrasia local para asegurar autenticidad.
LA: ¿Qué obstáculos enfrentan al generar teatro en un asentamiento humano vulnerable?
MAG: Producir teatro aquí es difícil. La percepción barrial subestima el valor del arte, y la pobreza limita la participación. Muchos adolescentes abandonan el taller para trabajar y apoyar económicamente a sus familias.
LA: ¿Cómo se prepara a los jóvenes del taller para convertirlos en actores?
MAG: Formamos a los participantes en técnicas escénicas. Aprenden actuación, expresión corporal y vocal. Luego, presentan obras establecidas en fechas específicas, siguiendo un cronograma anual.
LA: ¿Cuáles son los mayores retos que enfrenta el TPAK para mantenerse activo?
MAG: La falta de apoyo económico es crítico. Los padres colaboran con aportes mínimos, pero no recibimos ayuda estatal. Además, los líderes zonales nos cobran por usar espacios públicos como si organizáramos fiestas y no teatro.
LA: ¿Qué simboliza presentar «JesúsXtoSuperStar» frente al Congreso?
MAG: El 31 de mayo, a las 3:00 pm, reviviremos JesúsXtoSuperStar en el edificio CONACO (Av. Abancay 210). Es un acto simbólico: llevamos arte comunitario al corazón político de Lima.
LA: ¿Quiénes conforman la audiencia principal del TPAK y cómo interactúan con las obras?
MAG: Nuestro público son familiares de los actores y niños de la comunidad. Aunque es reducido, su apoyo emocional es vital. Cada función se convierte en un espacio de encuentro colectivo.
LA: ¿Qué mensaje final quiere compartir?
MAG: El teatro transforma comunidades. Hacer teatro es hacer vida.
