El Vaticano abre un nuevo capítulo en su historia. Entre los nombres más mencionados figuran Pietro Parolin (Italia), Luis Antonio Tagle (Filipinas), Matteo Zuppi (Italia) y Robert Sarah (Guinea). ¿Continuidad o giro conservador?
El papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio, falleció a los 88 años en la residencia Casa Santa Marta del Vaticano. El pontífice argentino, primer latinoamericano en liderar la Iglesia Católica, asumió su papado en 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI.
Su muerte se produce después de una larga lucha contra una neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado 37 días en Roma.
La noticia fue confirmada oficialmente por el cardenal Kevin Farrell en una emotiva declaración desde la capilla donde residía el Papa. Francisco será recordado por su enfoque pastoral centrado en los pobres y marginados, así como por una serie de reformas que generaron tanto admiración como polémica dentro de la Iglesia.
Primer papa latinoamericano y jesuita, Francisco fue elegido en 2013 y durante su pontificado de 12 años promovió reformas orientadas a una Iglesia más inclusiva y comprometida con los pobres. Su enfoque en temas como el cuidado del medio ambiente, la inclusión de las mujeres y el diálogo interreligioso marcó una nueva etapa en la historia eclesiástica .
Tras el fallecimiento del papa Francisco, se ha iniciado el proceso para elegir a su sucesor en un cónclave aún sin fecha definida. La clave está en si la Iglesia continuará con la línea aperturista promovida por Francisco o si el ala conservadora recuperará
influencia.
Entre los favoritos se destacan:
- Pietro Parolin (Italia, 70 años): Secretario
de Estado del Vaticano y
principal diplomático de
la Santa Sede. - Matteo Zuppi (Italia,
69 años): Arzobispo de
Bolonia, conocido por su
trabajo con los necesitados y su promoción de la
acogida de migrantes y
católicos LGBTQ+. - Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años): Prefecto
del Dicasterio para la Evangelización, destaca por su
cercanía con los pueblos
más vulnerables y su carisma popular. - Robert Sarah (Guinea,
79 años): Cardenal conservador, conocido por su
defensa de las ideas tradicionales en la Iglesia.
En su visita al Perú en 2018, recorrió Lima, Trujillo y Puerto Maldonado, reuniendo a millones de fieles en misas multitudinarias y pronunciando mensajes que resonaron en todo el país. Durante su visita, el papa Francisco mostró una profunda devoción por la
Virgen de la Puerta, rezando ante la sagrada imagen en la basílica de Otuzco.
En su homilía, destacó: “Hermanos, la Virgen de la Puerta, Madre de la Misericordia y de Esperanza, nos muestra el camino y nos señala la mejor defensa contra el mal de la indiferencia y la insensibilidad”.
El cónclave se llevará a cabo en los próximos días, y el mundo católico espera con expectación la elección del nuevo líder espiritual que guiará a la Iglesia en los desafíos del siglo XXI.
UN PONTÍFICE
MUY DIFERENTE
El papa Francisco fue un papa muy diferente a su antecesor, san Juan Pablo
II, por varias razones clave que abarcan su estilo personal, prioridades pastorales, formación y contexto histórico. A continuación las principales diferencias:
- Estilo pastoral cercano
vs. carisma globalista
Francisco se caracterizó por un estilo más sencillo, humilde y directo, con un fuerte enfoque en los pobres, marginados y excluidos. Rechazó vivir en el Palacio Apostólico y
prefirió residir en la Casa Santa Marta, señal de su voluntad de cercanía. Juan Pablo II, por su parte, fue una figura carismática y global, de gran presencia mediática, con un pontificado extenso (1978-2005) que usó para reafirmar la doctrina tradicional, combatir el comunismo (particularmente en Europa del Este) y proyectar el papel del papa como líder espiritual internacional. - Prioridades distintas
Francisco puso énfasis
en:
- La ecología y el cuidado de la “Casa Común”
(encíclica Laudato si’). - La reforma de la
Curia y lucha contra los
abusos sexuales dentro
de la Iglesia. - Una Iglesia en salida,
más inclusiva y pastoral que
normativa. - Cuestionó el modelo
económico global que genera desigualdad.
Juan Pablo II, en cambio,
priorizó: - La defensa del dogma
tradicional, especialmente
en temas de moral sexual. - La resistencia al comunismo y promoción de
la libertad religiosa. - La teología del cuerpo, la santidad del matrimonio y la vida desde la
concepción. - La revalorización de
la figura papal como centro visible de unidad de la
Iglesia.
- Formación y origen
Francisco es el primer papa jesuita y primer latinoamericano, con un perfil de pastor y teólogo social, proveniente de Argentina. Su formación estuvo marcada por la teología del pueblo y el contacto directo con la pobreza.
Juan Pablo II fue filósofo y actor, con un fuerte bagaje intelectual. Provenía de Polonia, país comunista durante su juventud, lo que influyó decisivamente en su visión del mundo y su compromiso político-religioso. - Actitudes frente a la tradición Francisco promovió un enfoque más flexible y pastoral hacia temas como los divorciados vueltos a casar, las personas LGTBIQ+ y la sinodalidad, proponiendo una Iglesia que escucha y discierne antes que solo imponer normas. Juan Pablo II defendió con firmeza la tradición doctrinal y moral. Su encíclica Veritatis Splendor reafirma la idea de verdades morales absolutas no negociables.
- Visión global y política Francisco se expresó críticamente sobre el capitalismo deshumanizado, la cultura del descarte y la indiferencia global.
Participó activamente en el diálogo con otras religiones y abogó por el multilateralismo.
Juan Pablo II fue determinante en la caída del comunismo en Europa del
Este, apoyando movimientos como Solidaridad en su Polonia natal. Su visión era de una Iglesia firme frente al relativismo y el totalitarismo.
En resumen, Francisco fue un papa más pastoral, reformista y centrado en lo social, mientras que Juan Pablo II fue más doctrinal, político y misionero, con
una impronta histórica muy marcada por la Guerra Fría. Ambos han dejado huellas profundas, pero muy distintas, en la historia contemporánea de la Iglesia Católica.