El aumento de fusión y adquisición mineras no se detienen y está en miras de aumentar más conforme se acerque el proceso electoral de 2026.
La minería peruana se encamina a prolongar su participación en la fusión y adquisición, ya que en los últimos 16 meses se definieron 28 transacciones que involucraron a minas del país o a mineras peruanas como parte de la negociación, según cifras de Transactional Track Record (TTR).
Nuevas negociaciones como el de la compañía aurífera Minera IR, dueña de la mina Corihuarmi, ubicada en el límite de Junín y Lima, y del proyecto minero Ollachea (Puno), y el de Condestable, la mina de cobre operada por Southern Peaks Mining (SPM), están a punto de pertenecer a la lista de acuerdos en los próximos meses.
“Perú no sólo es el país target principal [de la región], sino también el comprador más activo, lo que refleja consolidación local”, detalla TTR.
Este creciente interés se propaga hacia los jugadores locales, ya que al presentarse en un escenario de altos precios de los metales y con la cercanía de un proceso electoral que aceleraría el cierre de diversas fusiones y adquisiciones este año, firmas internacionales se fijan más en las oportunidades de crecimiento inorgánico que hoy se abren en el sector minero peruano.
“El 2024 se concretaron en el país ocho operaciones lideradas por empresas canadienses. Y hoy tenemos dos grandes transacciones en evaluación, por parte de una firma estadounidense y otra china”, revela el head of Corporate and M&A de DLA Piper Perú, Luis Vargas.
Explorando oportunidades
La difícil tramitología ha provocado la escasez de nuevos proyectos mineros que aqueja al país, por lo que las operaciones mineras que ya están en curso han aumentado su atractivo en el último tiempo.
Teniendo en cuenta eso, la Minera IRL ha comenzado las conversaciones con diversos inversionistas “a fin de concluir una transacción que brinde el financiamiento necesario para el desarrollo de Ollachea y el pago de la deuda [que mantiene desde el 2020] con COFIDE”, como informó la propia compañía en los estados financieros del 3T24 reportados a la SMV.
Ante ello, hoy la Minera IRL atravesaría ya procesos de due diligence avanzados con potenciales compradores tanto nacionales como extranjeros, que podrían optar por adquirir Corihuarmi y Ollachea juntos o por separado.
Por otro lado, con la reciente venta del proyecto Ariana a la minera Alpayana, los principales inversionistas que están detrás del fondo que controla a Southern Peaks Mining, Barclays y el Fondo Soberano de Inversión de Qatar, continuarán dando presión por la venta del 100% de sus acciones, que incluyen la Compañía Minera Condestable. Con la venta de Ariana ya en curso, el enfoque ahora está en la desinversión en Condestable, una mina rentable que en 2023 registró sólidos resultados y cuya transacción podría cerrarse antes de fin de año.
Los casos de Minera IRL y de Condestable se acoplarian a las recientes ventas de importancia, como la venta de la participación de Glencore en Volcan y la cesión de acciones de Pan American Silver en la mina de oro La Arena y el proyecto La Arena II, La Libertad.
Medianas a la carga
Hoy, mineras con gran trascendencia ya no están invirtiendo en estos activos no esenciales, ya que deben reasignar recursos y capital hacia proyectos con mayor rentabilidad, como remarca el socio de Philippi, Prietocarrizosa, Ferrero, DU & Uría, Rafael Lengua.
Este reenfoque estratégico de los grandes jugadores ha empezado a abrir oportunidades para mineras de otros niveles, como las medianas. “Una operación de mediana escala no tiene tanto sentido para una gran minera, por su estructura de costos. Pero hay mineras medianas que son mucho más eficientes”, afirma el líder del área de Fusiones y Adquisiciones de Cuatrecasas en Latinoamérica, Óscar Trelles.
Otro ejemplo de ello es la minera Alpayana ,ya que hoy en día la minera estaría utilizando sus sobrantes de caja, producto de los precios altos de los commodities, para obtener activos y ampliar su producción y cartera de proyectos. Un ejemplo de ello es que en los últimos mesesno tuvo éxito en la adquisición participaría en Sierra Metals, pero en el segundo semestre de este año concretaría el acuerdo vinculante alcanzado con SPM para la compra del 100% del proyecto Ariana. Oportunidades como esta aparecen con mayor asiduidad cuando se acerca el periodo electoral, construyendo así un escenario adecuado para expansiones inorgánicas de alta intensidad de aquí a fin de año en el sector minero peruano.
El dinamismo del mercado de fusiones y adquisiciones no favorece por igual a todas las compañías mineras del país, ya que depende de un factor clave y es que empieza a cobrar creciente relevancia en los procesos de M&A, especialmente en el caso del oro, es la trazabilidad del mineral. “Las mineras que están comprando concentrados sin adecuada trazabilidad para bajar su costo de producción o las minas con inusuales leyes de oro, no van a poder venderse ni a precios bajos”, advierte el socio fundador de LXG Capital, Martin Fariña von Buchwald.
Esto se debe a que, si una minera compra mineral de terceros, y no sólo exporta lo que produce directamente, hay riesgo de que esté adquiriendo indirectamente oro de origen ilegal. Esa condición, por sí sola, basta para frenar cualquier proceso de adquisición. En cambio, aquellas que puedan demostrar fehacientemente el origen de su producción podrán transar exitosamente y conseguir financiamiento atractivo. “En el mercado de M&A, y esto aplica particularmente a Perú, las empresas que sí puedan dar tranquilidad en la trazabilidad del oro son las únicas que se van a poder vender”, añade Fariña.