El gurú financiero que anticipó el crash de 2008 alerta sobre un escenario aún más catastrófico: la combinación de deuda insostenible, guerras comerciales y el declive hegemónico de EE.UU. podría desencadenar una tormenta económica y geopolítica de consecuencias impredecibles.
Ray Dalio, el influyente inversor que predijo la crisis financiera de 2008, ha lanzado una nueva y alarmante advertencia: el sistema económico occidental se encamina hacia un desastre aún mayor que una simple recesión. Según el fundador de Bridgewater Associates, la combinación de aranceles proteccionistas, niveles récord de deuda y el ascenso de China como potencia rival está creando las condiciones para un colapso sistémico que podría eclipsar incluso la Gran Depresión de los años 30.
Un sistema al borde del abismo
Dalio no solo teme por la economía, sino por la propia estabilidad del orden mundial. «Estamos viendo una ruptura del orden monetario y cambios profundos en el equilibrio de poder global», declaró en una entrevista con NBC News. Sus palabras resuenan como un eco siniestro de períodos históricos marcados por crisis financieras, conflictos bélicos y el declive de imperios.
El inversor señala tres amenazas principales:
- El colapso del valor del dinero: La deuda excesiva y las políticas monetarias irresponsables están erosionando la confianza en el dólar.
- Conflictos internos en EE.UU.: La polarización política y el debilitamiento de las instituciones democráticas podrían desembocar en una crisis institucional.
- Guerras comerciales y militares: La rivalidad entre EE.UU. y China no se limita a aranceles; podría escalar hacia un enfrentamiento más peligroso.
Trump y la ilusión de una «victoria económica»
Mientras Dalio pinta un panorama desolador, el presidente Donald Trump insiste en que su política de aranceles está generando miles de millones de dólares diarios para EE.UU. «Estamos ganando hasta 3.000 millones al día», aseguró, ignorando las advertencias de economistas que ven en estas medidas un riesgo de inflación y desaceleración global.
Pero la realidad es que el proteccionismo no resuelve los problemas estructurales: la deuda pública estadounidense supera ya el 130% del PIB, y la Reserva Federal sigue imprimiendo dinero para mantener a flote un sistema al borde del agotamiento.
¿Hacia un nuevo orden mundial?
Lo más preocupante, según Dalio, es que esta crisis no será solo económica, sino geopolítica. El ascenso de China y el declive relativo de EE.UU. están reconfigurando el poder global, y la transición podría ser violenta. «Cuando una potencia emergente desafía a la dominante, los resultados suelen ser muy perturbadores», advirtió.
Aunque el inversor deja una puerta abierta a la esperanza —sugiriendo que una gestión prudente podría evitar lo peor—, sus palabras son un llamado de atención sobre los límites del capitalismo financiarizado y la arrogancia de las élites occidentales, que insisten en negar los riesgos de un sistema que beneficia a unos pocos a costa de la estabilidad global.