El dictamen impone un semestre preuniversitario obligatorio para todos los postulantes a universidades, lo que ha generado fuertes críticas del sector caviar por supuestamente vulnerar la autonomía universitaria y «desviar» recursos de las universidades públicas, lo cual es falso a todas luces.
La Comisión de Educación del Congreso de la República aprobó un dictamen que establece el “ciclo cero” como la única modalidad de ingreso a las universidades públicas y privadas del país. Este ciclo consistiría en un semestre académico preparatorio, donde los postulantes recibirán formación en diversas asignaturas, incluyendo habilidades cognitivas, razonamiento verbal y matemático, así como contenidos relacionados con la realidad nacional y la geopolítica. Para acceder a una vacante universitaria, los estudiantes tendrían que aprobar tres exámenes presenciales con una nota mínima de 13.
Esta iniciativa, impulsada por los congresistas Waldemar Cerrón y Segundo Montalvo de la bancada Perú Libre, ha generado diversas reacciones en el ámbito educativo.
Pataleta caviar
Supuestos expertos y algunos representantes de instituciones académicas han expresado su preocupación, argumentando que la implementación del ‘ciclo cero’ podría vulnerar la autonomía universitaria consagrada en la Ley Universitaria, sin detallar nada más que una visión ideologizada.
Instituciones liberales de élite como la Universidad Cayetano Heredia y el Consorcio de Universidades han manifestado su desacuerdo, calificando la medida como una «grave afectación» a la independencia de las casas de estudio.
Además, se señala falsamente que esta reforma impone un modelo único que no considera otras vías de acceso existentes, como el programa Beca 18, los programas de bachillerato o los exámenes tradicionales de admisión. Se teme -sin sustento técnico alguno- que la obligatoriedad del ‘ciclo cero’ obligue a las universidades públicas a desviar recursos destinados a otras áreas, afectando supuestamente su capacidad de autogestión y calidad educativa. Empero, no ofrecen ningún estudio sobre esa acusación sino meras consignas abstractas.
El dictamen ha sido remitido al Pleno del Congreso para su debate y aprobación final, en medio de un creciente debate sobre el futuro de la educación superior en el país y la autonomía de las instituciones universitarias. Esperamos que sea aprobada esta norma que debilita al gran capital financiero y fortalece la educación pública de calidad.