Gobierno de Dina Boluarte pretende privatizar la venta de boletos a Machu Picchu y red de camino inca. Casi 10 millones de soles por año se embolsaría la empresa Joinnus del holding Credicorp. Desde el Congreso se propone interpelar a la ministra de Cultura, Leslie Urteaga.
Por Edwin Cavello
En el 2022, durante el gobierno de Pedro Castillo, desde las oficinas de Perú Compras se estuvo impulsando la privatización de la venta de los boletos a Machu Picchu. Los funcionarios de la oficina encargada de las compras para el Estado presentaron una propuesta a la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Cusco, entre junio y julio de 2022, durante la gestión de la directora Mildred Fernández. Tras revisar la propuesta de Perú Compras, en la DDC de Cusco detectaron que, por el servicio de la venta de boletos virtuales a Machu Picchu, se tendría que pagar 15 millones de soles al año. Pagar esa millonaria cifra a una empresa por vender los boletos era una locura y un claro despilfarro de dinero que tenía como fin beneficiar directamente a un “privado”.
Desde Cusco, Mildred Fernández junto a su equipo rechazó pagar los 15 millones. Esto fue comunicado en su momento al exministro de Cultura Alejandro Salas, quien respaldó la decisión tomada por la exdirectora de la DDC de Cusco. Durante esas semanas fueron evidentes las presiones de Perú Compras; existía una especie de apuro, pero no lograron concretar esa negociación.
A fines de julio de 2022, mediante una conferencia de prensa, Mildred Fernández denunció que existiría una mafia en la venta de entradas a Machu Picchu. En la conferencia también participó el presidente de la Asociación de Operadores de Turismo de Aventura y Ecología Cusco, Alfredo Cornejo, quien señaló que como parte de la investigación se hicieron pasar por turistas y se contactaron con páginas de las redes sociales que ofrecían entradas a Machu Picchu. Días después, la mafia fue desbaratada y Fernández separó de la DDC de Cusco a varios funcionarios involucrados en el caso.
Joinnus tras los millones
En julio de 2023, la propuesta del gobierno por privatizar la venta de boletos a Machu Picchu toma más fuerza desde la oficina de la ministra de Cultura Leslie Urteaga. Curiosamente, el holding Credicorp a principios de año adquiere Joinnus, una adquisición que habría superado los $10 millones de dólares. Desde el gobierno se comunicó a la DDC de Cusco que para elegir a la empresa Joinnus se habría realizado un estudio de mercado, y tras revisar tres propuestas, la empresa de Credicorp sería la beneficiada. Lo que llama la atención, es que cuando los trabajadores de la DDC de Cusco solicitaron a los funcionarios de la sede central del Ministerio de Cultura la documentación sobre el proceso de elección de Joinnus, estos se negaron a mostrarlo. Además, advirtieron que ellos solo estaban a cargo del proceso de implementación del software.
Dina Boluarte y Leslie Urteaga.
Oscuras movidas desde Palacio
La gran ignorancia y el hambre de poder de Dina Boluarte nos está trayendo graves repercusiones en el sector cultural. Desde su gobierno y mediante el Ministerio de Cultura no solo se ha impulsado la eliminación del Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA), una propuesta que encierra un gran lobby, y que buscaría beneficiar a un puñado de empresas privadas, sin importar el atentando contra nuestro patrimonio cultural.
No conformes con esta barbarie, Dina Boluarte y su ministra de Cultura Leslie Urteaga, insisten en privatizar la venta de boletos a Machu Picchu; una maniobra comercial que busca beneficiar directamente a la empresa Joinnus. Esto ha encendido las alarmas en la ciudad del Cusco, ya que según los trabajadores del sindicato SITRACAS, la empresa Joinnus, se llevaría cada año la millonaria cifra de casi 10 millones de soles por realizar lo mismo que actualmente hace el sistema gestionado por los propios trabajadores de la DDC de Cusco. Es decir, una tercerización absurda que viene siendo denunciada desde el ombligo del mundo.
El viernes pasado por la mañana, en una corta presentación, funcionarios de la sede central del MINCUL presentaron lo que sería el alquiler y el manejo del software para la venta de boletos. La sorpresa fue grande cuando los propios trabajadores de la DDC reclamaron que esto era una presunta estafa, ya que en el software presentado no existiría ninguna mejora, innovación, ni contribución adicional, y por hacer lo mismo, cobraría el 4.2% por boleto. Un negocio redondo para Joinnus de Credicorp, que pretende concretarse con el aval de Dina Boluarte y la ministra de Cultura, Leslie Urteaga.
Protestas y cierre de carreteras
En medio de un clima tenso, los pobladores de Cusco, y sindicatos como el SITRACAS y los representantes del Frente de Defensa de los Intereses de Machu Picchu (Fredim), salieron desde el viernes pasado a exigir que se respete la venta de 1000 boletos en la modalidad presencial o física, argumentando que esto permite que muchos comerciantes de Machupicchu se beneficien con el tránsito de los visitantes nacionales y extranjeros, y que la eliminación de esa modalidad perjudicaría severamente sus negocios, si es que ya no fueron golpeados por la pandemia. Tras ello, se anunció que de ser necesario bloquearán las carreteras de ingreso a Cusco y todos los caminos hacía Machu Picchu.
El anuncio desde la ciudad imperial sacudió a Palacio de Gobierno y al “piso ocho” de la sede central del Ministerio de Cultura. Tras el inicio de las protestas, desde el MINCUL se anunció que la ministra Leslie Urteaga viajará a Cusco el día sábado por la mañana para intentar poner paños fríos. La reunión será por la tarde en Machupicchu pueblo, en ese encuentro participará el frente de defensa y el alcalde Elvis La Torre. El mensaje desde Cusco ha sido claro, no permitirán que el 25% de la venta de los boletos sea controlado por la empresa Joinnus de manera virtual. Actualmente, Machupicchu pueblo viene siendo golpeado por la baja afluencia de turistas, y la venta del 100% de boletos de manera virtual arrumaría su ecosistema económico.
Precisamente, el presidente del Fredim, David Moreno, mencionó que la población consiguió que 1.000 boletos sean ofrecidos presencialmente, debido a los actos de corrupción en la venta virtual de las plataformas de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC), en la que, en menos de dos horas, la totalidad de las entradas eran vendidas. Se denunció el acaparamiento de parte de las agencias de turismo en presunta complicidad con trabajadores de la DDC de Cusco.
Moreno responsabilizó a la DDC, por la forma precaria en que se venden los boletos presenciales. Refirió que las colas se originan porque son pocas las ventanillas. “Son ellos (Cultura) los que venden las entradas, no somos nosotros”, concluyó.
Dispuestos a hacer respetar la venta de esos mil boletos, como ya se indicó, las protestas se tenían previstas para hoy, pero desde el Ministerio de Cultura curiosamente retrocedieron con su pretensión de la venta virtual de boletos. La ministra Leslie Urteaga, indicó que la plataforma virtual no se implementará hasta agotar el diálogo con el Fredim y las autoridades locales.
La lucha contra el lobby, ha sido declarada. Este sábado 11 de noviembre se debatirá la venta virtual de boletos en la ciudad imperial y se tendrá que explicar por qué se busca beneficiar a la empresa Joinnus de Credicorp y perjudicar a los cusqueños.