Desde su llegada el domingo 23 de abril, el expresidente Alejandro Toledo permanece recluido en el penal Barbadillo, en el distrito de Ate, tras una orden de prisión preventiva en su contra por 18 meses.
El exdignatario comparte las instalaciones con sus pares, el sentenciado por homicidio calificado, secuestro (entre otros), Alberto Fujimori; y el investigado por rebelión y liderar una presunta organización criminal, Pedro Castillo.
El abogado del extraditado, Roberto Su, manifestó días atrás que “el expresidente [solo] tiene una cama, un colchón y nada más”.
“No conozco las condiciones carcelarias de los señores que están privados de su libertad en este penal [Fujimori y Castillo], pero sí puedo decir que él me comentó que tiene una cama, un colchón, un juego de sábanas, pero no tiene un artefacto, ninguna comodidad, ni una silla”, señaló.
La celda en la que se encuentra ubicado Toledo Manrique, habilitada con varias semanas anticipación por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), consta actualmente de tres espacios: una sala de visitas, un dormitorio con un baño privado y un jardín con fines recreacionales.
En circunstancias similares residen Fujimori Fujimori y Castillo Terrones. Ambos, además, cuentan con el beneficio de acceder a elementos como mesas, televisores, sillas, una cocina, entre otros, de acuerdo a El Comercio.
Precisamente por dichas condiciones, la defensa legal de Toledo ha solicitado la incorporación de estos y otros insumos en celda, recogió el medio citado.
En este sentido, pudo conocerse que se entregarán estos muebles, en los próximos días, para hacer más cómoda la estadía penitenciaria del investigado por la presunta comisión de lavado de activos.
Asimismo, se evidenció que se establecerán horarios para las visitas de sus familiares, entre otros allegados autorizados, en el mismo plazo.
El exmandatario Alejandro Toledo está involucrado en los casos Ecoteva y carretera Interoceánica. El Ministerio Público le atribuye recibir millonarios sobornos, provenientes de la constructora brasileña Odebrecht, a favor de la buena pro en distintos tramos de la citada vía.
Junto a él, su esposa y ex primera dama, Eliane Karp, también enfrenta imputaciones y una pena de cárcel de 16 años y ocho meses por el caso Ecoteva.
Luego de seis años de espera, desde su viaje a Estados Unidos (EE.UU.) en el 2017, funcionarios peruanos lograron concretar el pedido de extradición en su contra.
El expresidente se entregó voluntariamente a la justicia norteamericana, tras múltiples recursos legales que dilataron el proceso, y fue deportado al Perú dos días después.
