Personal de salud de los hospitales Dos de Mayo, Unanue y Loayza piden a manifestantes heridos que no reporten el contexto de la agresión para evitar ser detenidos por la policía.
Aunque de acuerdo a la información proporcionada por la Defensoría del Pueblo, la actual crisis política y social ha cobrado la vida de un policía y 59 civiles, y se han registrado 1,247 heridos como resultado de la represión policial, el medio digital Salud con lupa consignó el testimonio de un entrevistado que dio cuenta de cómo en algunos hospitales nacionales se da indicaciones a los manifestantes heridos a que refieran que fueron agredidos en otro contexto y no por la represión de la policía.
La publicación refiere que a diversos pacientes atendidos en los hospitales Dos de Mayo, Hipólito Unanue y Arzobispo Loayza, “el propio personal de salud le pide obviar que son heridos procedentes de las protestas contra el Gobierno para evitar que sean intervenidos por la Policía”. “Les aconsejan que digan que les han robado o que se han caído para evitar que se llame a la Policía o la Fiscalía”, señaló uno de los testigos entrevistados por el referido medio.
Así, se privaría del derecho a la salud de los manifestantes y además se crea un subregistro de víctimas de la violencia policial.
Por su parte, una de las fundadoras de la Brigada Hampi Camayoc, Rocío Gálvez, advirtió que varios de los manifestantes heridos han enfermado a causa de las lesiones. “Las personas que se manifiestan están siendo maltratadas. muchas tienen problemas de salud y han surgido relevos en las delegaciones de regiones que han llegado a Lima”.
Cabe mencionar que los brigadistas han atendido a personas con perdigones de goma en órganos vitales, con cortes y golpes en la cabeza, el rostro y abdomen para luego facilitar su traslado a los hospitales. Lejos de recibir facilidades para realizar su labor solidaria, cuestionan que esta tarea se ha visto obstaculizada porque la policía detiene a personas en los hospitales y muchas que sufren heridas ya no quieren ir a los servicios de salud.
“En Perú, cuando hablamos de brigadas médicas, todo está centrado en desastres naturales y temas laborales. Pero no hay una legislación para brigadas en el contexto de conflictos sociales, donde se requiere un manejo médico distinto”, indicó Rocío Gálvez.
En tanto, Jean Hereu, jefe de la misión de Médicos Sin Fronteras en Perú, señaló que el país necesita un plan de contingencia que conecte a las asociaciones de brigadistas voluntarios con la Cruz Roja Peruana, el Servicio de Atención Móvil de Urgencia (SAMU) del Ministerio de Salud y el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios a fin de brindar una respuesta rápida a las personas heridas.
“En menos de un mes, Médicos Sin Fronteras ha auxiliado a 160 personas que resultaron heridas en Lima, entre ellos 10 policías. Mientras que la Cruz Roja Peruana -que fue separada el año pasado de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja por una investigación contra su director debido a abusos de poder- no brinda apoyo a las brigadas voluntarias. Tampoco lo hace el SAMU con el argumento de que su personal corre el riesgo de ser agredido y sus ambulancias, destrozadas”, indica la publicación.
Consultados por Salud por lupa, los voceros de Cruz Roja Peruana y el SAMU prefirieron no dar declaraciones.