PNP volvió a disparar armas de fuego contra manifestantes, mientras en Lima movilizó a miles de efectivos en un despliegue inusual en democracia.
Al menos 23 heridos se registraron tras la violenta represión policial a los manifestantes que se acercaron a las inmediaciones del aeropuerto Inca Manco Capac, de Juliaca, Puno, al cumplirse un mes desde la masacre de una veintena de peruanos que protestaban contra el Gobierno de Dina Boluarte y el Congreso.
Miles de ciudadanos provenientes de distintas provincias se movilizaron tanto en Juliaca como en las calles principales de Puno, demandando el adelanto de elecciones y la convocatoria a una Asamblea Constituyente para escribir una nueva Constitución.
No obstante las trágicas consecuencias de la represión registradas el 9 de enero, ayer la PNP volvió a disparar bombas lacrimógenas contra los manifestantes, lo que generó la intoxicación en algunos de ellos que fueron derivados al hospital Carlos Monge Medrano. Otros de los afectados por la represión presentaban impactos de proyectiles de arma de fuego. Entre ellos, se consignó la presencia de un menor de edad de 11 años, quien recibió el disparo en una pierna.
Previamente, la periodista Gabriela Wiener registró los reclamos de un grupo de manifestantes que denunciaba que la iglesia católica no había permitido que ningún sacerdote o autoridad eclesiástica acompañe a los manifestantes que pretendían realizar una misa en los exteriores del aeropuerto, a modo de homenaje a las víctimas del 9 de enero.
Movilizaciones de gran magnitud también se registraron en ciudades como Huancayo y Arequipa. Mientras, en el Centro de Lima, el desplazamiento de miles de efectivos policiales hasta el frontis del Palacio de Justicia evidenciaban, una vez más, la estrategia de amedrentamiento a los manifestantes, lo que ha sido denunciado en redes sociales como una vulneración al derecho a la protesta.
Pero la PNP no se ha quedado solo en arengas agresivas o en demostraciones de fuerza simbólicas. Ayer, al caer la noche, la protesta pacífica que había congregado a miles de ciudadanos fue nuevamente reprimida y se repitieron las escenas de agresión y persecución a los manifestantes.