Por: Gerardo Sosaya Saavedra **
Con el mayor de los respetos, considero que Jean Ferrari ha tomado una decisión que, a simple vista, parece un salto al vacío: dejar la estabilidad, el orden y los resultados visibles que construyó durante más de dos años en Universitario de Deportes para sumarse al caótico y cuestionado entorno de la Federación Peruana de Fútbol. Lo que muchos veían como un proyecto serio, ahora se diluye ante una movida que huele más a riesgo que a oportunidad.
La FPF que preside Agustín Lozano no es precisamente un espacio de autonomía ni transparencia. Basta recordar los antecedentes: técnicos y directivos que llegaron con buenas intenciones pero salieron por la puerta de atrás, frustrados, desgastados y decepcionados. Fossati, pese a su experiencia, no soportó los hilos invisibles que movían decisiones desde la sombra. Antonio García Pye pasó de ser un eficiente organizador a un espectador sin voz. Chemo del Solar y Juan Carlos Oblitas, emblemas de nuestro fútbol, también se vieron atrapados en un sistema donde la palabra del presidente pesa más que cualquier planificación seria.
¿Está Ferrari preparado para ese infierno administrativo y político? Tal vez. ¿Es un buen negocio? Claramente, no. El «compromiso con el país» o el «reto de servir al fútbol nacional» suenan bien en un comunicado oficial, pero en la práctica, son frases que se desvanecen cuando no hay libertad para ejecutar, ni una estructura profesional que respalde.
Jean Ferrari deja atrás un trabajo que rindió frutos: saneamiento financiero, competitividad deportiva y un club que volvió a ser protagonista. Cambia ese panorama por una federación en crisis institucional, con conflictos internos, cuestionamientos judiciales y una dirigencia que no permite que los técnicos, ni los gerentes, ni los directores deportivos hagan su trabajo sin interferencias.
¿Vale la pena sacrificar la tranquilidad por el desgaste? En este caso, parece que no. En un país donde el fútbol necesita más técnicos que operadores políticos, Jean Ferrari se marcha al lugar menos indicado para construir. Deja el cielo crema para ingresar al infierno federativo. Ojalá no termine arrepintiéndose. Ya otros lo hicieron antes. Foto: Infobae)
** Ex Director del diario Líbero, Todo Sport, director de la revista El Gráfico Perú y director de Ovación.pe