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César Vallejo: La pluma combativa del poeta periodista

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Poeta universal, narrador, dramaturgo… ¿Pero qué hay de César Vallejo periodista? José Beltrán Peña rescata esta faceta urgente del autor peruano: sus artículos, cerca de 300, donde la ética, la ironía y la prosa poética se alían para cuestionar premios literarios, denunciar plagios o pintar el cielo de París. Un testimonio de que, para Vallejo, el periodismo también era un acto de creación y de rebeldía.

Por José Beltrán Peña.

El más grande poeta universal nacido en el Perú es sin lugar a dudas, César Abraham Vallejo Mendoza, y además es el escritor más completo (narrador, cuentista, dramaturgo); pero hay una faceta que siempre me ha encantado, he releído y compartido en conferencias. Es su faceta de periodista, la cual la ha desarrollado en distintos diarios del Perú, Europa y Latinoamérica, sumando cerca de 300 artículos.

Fue un periodista con ética, no le gustaba la prensa amarilla y él no solo informaba, sino que ilustraba, enseñaba y comentaba cosas y personajes de actualidad, siempre estaba en la hoguera de la palabra. En sus artículos brilla una hermosa y deleitosa prosa poética, iluminadora, objetiva de valores y multi-temática.

He aquí un especial ramillete de fragmentos de artículos de antología:

PREMIOS LITERARIOS: A la opinión pública no le toca sino mirar con indiferencia estas pintorescas carreras de caballos, que son los premios literarios en Francia, en los que se dan todos los caracteres de verdaderos espectáculos hípicos. Los “poulanins”, que son los candidatos; los dueños de studs que son los editores; los jockeys que son los miembros del jurado y, en fin, las apuestas, que las hay y muy fuertes, por parte de los aficionados.

RETO DEL POETA: Acuso, pues, a mi generación a continuar los mismos métodos de plagio y de retórica de las pasadas generaciones, de las que ella reniega. No se trata aquí de una conminatoria a favor de nacionalismo, continentalismo ni de raza. Siempre he creído que estas etiquetas están fuera del arte, y que cuando se juzga a los escritores en nombre de ellas, se cae en grotescas confusiones y peores desaciertos. SER CREADOR Y SU EXISTIR.

POETA SOCIALISTA: El poeta socialista no ha de ser solamente en el momento de escribir un poema, sino en todos sus actos, grandes y pequeños, internos y visibles, conscientes y subconscientes y hasta cuando duerme y cuando se equivoca o traiciona.

DESCRIPCIÓN DEL CIELO DE PARIS: A fines de agosto los días empiezan a ser más cortos, la braza de la luz va desmayando y el traje de la mujer dice, plegándose. ¡Hasta la vista! Ya los enfermos y los viejos empiezan a tener miedo del huracán quijarudo y malo, y los climas sin volante, que soplan del Sena y del Marne, sesgan agudamente los aleros hacia pechos de novias y de viudas. Porque cuando el otoño, todas las mujeres son novias o todas son viudas, y la hermana es de la primavera, la esposa del verano y la madre del invierno.

ESCRITOR NO OFICIAL: Permítaseme una nota personal: yo estoy en el número de los escritores hispano-americanos no oficiales. Mi vida podrá ser todo lo modesta y lacrada de faltas que se quiera, pero procuro vivirla siempre honestamente, es decir, sin traicionarme ni traicionar a los demás. No es que yo desdeñe por sistema y a priori ese oficialismo. Lo desdeño porque, después de haberme asomado a él, cediendo a mi inquietud, lo he hallado desagradable, opuesto a mi manera de ser y sobre todo, superior a mis fuerzas y aptitudes cortesanas. Los banquetes, los bailes, las reuniones con lecturas y té, violentan a tal punto mi sensibilidad, que antes de ello prefiero sufrir una epidemia con todas sus consecuencias.

TRIUNFAR EN LA VIDA: Yo no vivo comparándome a nadie ni para vencer a nadie y ni siquiera para sobrepujar a nadie. Yo vivo solidarizándome y, a lo sumo, refiriéndome concéntricamente a los demás, pero no rivalizándome con ellos. No busco batir ningún record. Yo busco en mí el triunfo libre y universal de la vida. No busco batir el record del hombre sobre el hombre, sino la superación centrípeta y centrifuga de la vida. Una cosa es el record de la vida y otra es el triunfo de la vida. La vida no es guerra ni farsa de guerra. Apenas es estímulo y noble emulación.

EL ESCRITOR MUEVE EL MUNDO: Los responsables de lo que sucede en el mundo somos los escritores, porque tenemos el arma más formidable, que es el verbo. Arquímedes dijo: Dadme un punto de apoyo, la palabra justa y el asunto justo, y moveré el mundo, a nosotros que poseemos ese punto de apoyo, nuestra pluma nos toca, pues, mover el mundo con esta arma.

CRÍTICA LITERARIA Y EDITORES: ¿Cómo hacen los editores para lanzar un nuevo genio?, ¿Cómo? Pagando a los pontífices de la crítica circulante, estudios, ensayos y elogios, los mismos que serán publicados y reproducidos, a paga secreta siempre, en cien periódicos y revistas francesas y extranjeras.

PREMIO NOBEL: Lo que no será nunca excesiva es la gloria a la que tienen derecho los creadores, en ciencia como en arte. Un Premio Nobel resulta ridículo para hombres tan meritorios como Bernard Shaw y Jean Perrin”.

LA MUSICA: La música pinta, esculpe, construye, decora, versifica y se mueve. Todavía los músicos componen con dibujos, colores, perspectivas, masas, resistencias, alturas, nivel, censura, rima, transposiciones, planos, visiones fragmentarias, distancias, tiempos, gestos y tucos. Todavía Ravel titula una pieza suya “Pavana” (título originariamente de danza) para una infanta difunta.

LA MUERTE: Señores: tengo el gusto de deciros por medio de estas líneas, que la muerte, más que un castigo, pena o limitación, es una necesidad, la más imperiosa e irrevocable de todas las necesidades humanas. La necesidad que tenemos de morir, sobrepuja a la necesidad de nacer y vivir. Podríamos quedarnos sin nacer, pero no podríamos quedarnos sin morir.

José Beltrán Peña. Poeta, narrador, investigador y crítico literario. Presidente de la Sociedad Literaria Amantes del País.