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Donald Trump ahuyenta a los turistas y hunde al sector con pérdidas

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Donald Trump y su política migratoria han provocado una caída histórica del turismo global hacia el país.

Estados Unidos enfrenta una crisis turística sin precedentes. Las medidas impulsadas por Donald Trump han generado miedo, incertidumbre y desconfianza entre los visitantes internacionales, provocando pérdidas proyectadas de 12.500 millones de dólares este verano y una caída general del 22,5 % en las llegadas internacionales para 2025. El país será el único entre los 184 destinos turísticos principales que registrará una disminución de visitas.

El «efecto Donald Trump»: miedo, detenciones y caída del turismo

La política de “Estados Unidos primero”, la retórica antiinmigrante y las crecientes restricciones en puntos de entrada han deteriorado la percepción de Estados Unidos como destino turístico. A pesar de que lugares emblemáticos como el puente de Brooklyn mantienen su actividad, la industria en general enfrenta una fuerte desaceleración. El Consejo Mundial de Viajes y Turismo, estima una caída del 14 % en el sector durante este verano, en contraste con el crecimiento de $2.600 millones en 2024.

Turistas de todo el mundo, especialmente de Canadá, han comenzado a cancelar sus viajes. Los canadienses han reducido sus visitas por tercer mes consecutivo, con una baja del 15,2 % respecto a abril del año pasado. En respuesta, aerolíneas como Marriott, Hyatt y Hilton han reducido tarifas y expectativas de ingresos, mientras que plataformas como Airbnb y Expedia también recortaron sus proyecciones.

Ariane Gorin, directora de Expedia, explicó que «la estrategia ‘Estados Unidos primero’ de Trump genera incertidumbre política y económica», lo que lleva tanto a turistas extranjeros como nacionales a repensar sus viajes. Los estadounidenses viajan menos por temor a una recesión y a la inseguridad laboral, mientras que los extranjeros cancelan ante aranceles, discursos hostiles y controles migratorios percibidos como agresivos.

El miedo como barrera de entrada

El temor a detenciones arbitrarias y a inspecciones invasivas en dispositivos electrónicos es una de las principales razones de la caída. Según la Asociación de Viajes de EE.UU., muchos visitantes internacionales temen ser deportados incluso antes de entrar al país. Geoff Freeman, director de la organización, fue enfático: “A la gente le preocupa que registren sus dispositivos y que exista riesgo de deportación incluso antes de entrar en el país. Lo más preocupante es que, hasta la fecha, no hemos hecho nada para contrarrestar ese miedo y enviar el mensaje de que queremos que los viajeros vengan”.

Las cifras reflejan el impacto de este ambiente hostil. Tourism Economics corrigió su proyección optimista de un aumento del 9 % en llegadas internacionales a una disminución del 9,4 %. Las tensiones por decisiones políticas, como las relacionadas con el comercio o el conflicto en Ucrania, también han influido. “Las decisiones políticas impopulares (…) están teniendo un efecto y la imagen del país ha recibido un duro golpe”, afirmó Adam Sacks, presidente de Tourism Economics.

Urge revertir la imagen antes de eventos clave

La industria turística advierte que, si no se revierte esta tendencia, las consecuencias serán duraderas. Geoff Freeman subrayó la necesidad de lanzar una estrategia de marketing coordinada entre el sector privado y el Gobierno para contrarrestar la imagen negativa de Estados Unidos. Esto cobra aún más urgencia ante eventos globales como el 250 aniversario de la Declaración de Independencia, la Copa Mundial de la FIFA 2026 y los Juegos Olímpicos de 2028.

Pero mientras tanto, la narrativa dominante sigue marcada por discursos agresivos. Trump llamó recientemente “escoria” a Joe Biden por “destruir” al país al permitir el ingreso de 21 millones de inmigrantes. Además, el Gobierno estadounidense contempla eliminar beneficios fundamentales para bebés indocumentados en 2025, lo que refuerza la percepción de hostilidad.

El turismo, uno de los sectores que más contribuye a la economía de Estados Unidos, ahora padece los efectos de una política exterior e interna que siembra miedo en vez de bienvenida.