El reconocido escritor peruano habla sobre su pasión por la literatura amazónica, la influencia de la oralidad en su obra y el desafío de retratar la diversidad cultural del Perú en sus libros.
La literatura amazónica es una de las expresiones más ricas y menos difundidas de la cultura peruana. RicardoVirhuez Villafane, escritor y estudioso de esta tradición, ha explorado sus mitos, lenguas y paisajes a través de la ficción. En esta entrevista, reflexiona sobre su trayectoria, y su compromiso con la literatura infantil y juvenil. Además, analiza el papel de la oralidad en la narrativa amazónica. Una conversación que revela la vitalidad de una literatura que desafía los límites geográficos y culturales.
DIARIO UNO: ¿Cómo nació su interés por escribir y por qué?
Ricardo Virhuez: Durante mi infancia, mi abuelo, mi madre y mis tías me transmitieron tradiciones orales, y entre la niñez y la adolescencia leí varios libros, el acto de crear ficción fue una consecuencia inevitable para mí. Pero no solo crear ficción, sino también pensarla, reflexionarla. Una lástima que crear ficción como carrera no exista en el Perú, y el acto de escribir ficción siga siendo un largo aprendizaje, muchos años perdidos y siempre basados en lo empírico y la lectura personal.
La Amazonía como eje literario: Una deuda con la diversidad peruana
DU: ¿Qué lo motivó a enfocar su obra literaria hacia la literatura amazónica en particular?
RV: Somos un país diverso, de muchas culturas y lenguas, esto me llevó a considerar la literatura peruana como diversa y compleja. En los estudios literarios eran notorias las ausencias de la literatura afroperuana, nikkei, quechua, aimara y otras, más aún, la literatura amazónica, que es el área geográfica más grande del país, abarca casi el 70% del territorio. Así que sumergirme en la lectura y estudio de las letras amazónicas fue una de las experiencias más grandes de mi formación.
DU: ¿Qué elementos caracterizan a la literatura amazónica y la diferencian de otros géneros literarios?
RV: Uno de los elementos que más destaco es el desarrollo del castellano amazónico, una variedad en que el kichwa amazónico ha sido castellanizado y ha producido casi otra lengua. Lo interesante es que la oralidad del castellano amazónico se mantiene, especialmente en la zona rural, y ha sido trasladado a las letras amazónicas, como la novela “Paiche”, excepcional magma verbal donde conviven castellano amazónico, castellano estándar, kichwa amazónico, kukama y muchos giros del portugués y de lenguas extintas.
A esto sumamos que el ciclo cauchero ha producido no solo ciudades prósperas como Iquitos y el patrimonio monumental de casas caucheras, sino también una literatura social que ha sido bastante crítica con la explotación de los pueblos caucheros y el genocidio capitalista de la época, como el caso del cauchero Julio C. Arana. Finalmente, tenemos una literatura ribereña, que destaca el aspecto rural de la sociedad; una literatura urbana acaso anterior a la limeña; y una literatura anclada en los pueblos originarios, ya sea por recopilación de la tradición oral o por la recreación de ella.
La tradición oral: El corazón de la narrativa amazónica
DU: ¿Cómo describiría la importancia de la tradición oral en la cultura amazónica y su reflejo en sus obras literarias?
RV: En principio debemos anotar que la tradición oral lo inventó todo en la literatura: la historia, los personajes, los recursos de retardo o agilización de la acción, los diálogos, los falsos finales, los desenlaces, en fin, todo lo que la literatura escrita recogió, asimiló y enriqueció. Y desde la aparición de la escritura, la tradición oral ha sido su fuente de creación constante. Pasa lo mismo con la tradición oral andina y amazónica: sus temas, sus personajes fantásticos, sus historias siguen alimentando buena parte de la literatura escrita. De modo que la literatura amazónica escrita tiene una fuerte influencia de la tradición oral, a veces por repetición, y otras por recreación.
DU: ¿Podría mencionarnos algunos de sus libros que personalmente le hayan dado mayores satisfacciones literarias?
RV: Mi novela “El periodista” ambientada en Iquitos es el libro con más reediciones y siempre la piden en colegios y universidades. Otro libro igualmente requerido es “El campeón de marinera” ambientada en Trujillo. Son novelas juveniles que me han replanteado mis preferencias de escritura. Escribir para adultos ya no me satisface mucho. En cambio, escribir para niños novelas como las sagas de Nina y Rumi, o novelas breves como “Ojitos, el osito valiente” y “Tanith y la casita de los pájaros” es algo que me da mucha satisfacción. Naturalmente, no hay nada mejor que oír las lecturas críticas de los niños y jóvenes. Me convencen de que escribir vale la pena.
DU: ¿Según su parecer, cuál de sus libros evidencia con mayor claridad la riqueza cultural de las comunidades amazónicas?
RV: El universo amazónico comprende los pueblos originarios, el ámbito ribereño (mestizo rural) y el mundo urbano. Son situaciones donde la tradición oral ejerce su dominio y la literatura escrita se desarrolla principalmente en la ciudad. Esa literatura escrita ha producido acercamientos muy valiosos, como la novela “Paiche” de Calvo de Araujo. Pero los intentos por retratar mundos tan contrapuestos se notan desde “Apuntes de viaje” (1905) de Jorge von Hassel, las novelas de los años 40 como ”Sangama” y una narrativa actual mejor dotada de recursos. Pero la totalidad amazónica todavía es una deuda pendiente, como lo es la totalidad andina y, mejor aún, la totalidad peruana. Por ello mis libros publicados, que son unos 60 más o menos, son fragmentos de muchas historias, pedazos de ficción que espero puedan ser vistos como las partes de un todo tan extenso como heterogéneo.
Literatura infantil amazónica: Una tradición pionera en el Perú
DU: ¿Es significativa la existencia de una literatura infantil amazónica?
RV: De hecho, la literatura infantil en el Perú comienza en la Amazonía. En 1941 se publica la primera revista infantil peruana “Trocha”, dirigida por Francisco Izquierdo Ríos. Y a partir de ahí la literatura infantil amazónica ha hecho gala de creatividad y variedad. Escritores como Orlando Casanova, Germán Lequerica, Eleazar Huansi, Joyo Salazar y otros le han dado mucha calidad y relevancia.
DU: ¿De qué manera eventos como el IV COLOQUIO DE LITERATURA, impactan en la promoción de la lectura y la literatura entre los más jóvenes?
RV: Es una buena iniciativa de la Universidad Nacional de Tumbes. Creo que todas las universidades públicas necesitan reconciliarse con la cultura y su difusión, el pensamiento y la reflexión constante. No olvidemos que los más jóvenes leen mucho más que los adultos, lo cual es síntoma de la necesidad de difundir las reflexiones literarias, proponer lecturas, adoptar conductas críticas con el medio. Y la universidad pública ha sido siempre el mejor camino para lograrlo.