Teniendo como mensaje “La educación en penales transforma vidas y reduce la reincidencia”, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), dio inicio al Año Académico 2025 en los Centros de Educación Básica Alternativa (CEBA) y Centros de Educación Técnico Productiva (CETPRO), con la asistencia de 16,559 internos en los establecimientos penitenciarios del país.
En el sistema penitenciario se cuenta con 153 instituciones educativas, 90 Centros de Educación Alternativa, 54 Centros de Educación Técnico Productiva y 09 instituciones educativas para niños, lo que garantiza que el derecho a la educación se mantiene inclusión en reclusión.

Unos 7,964 internos estudiarán educación básica; 7,560 se formarán en catorce especialidades técnicas y 330 se beneficiarán con el programa “Interno Universitario”, demostrándose que educar a las personas privadas de libertad es una apuesta por la seguridad y el progreso social.
Este esfuerzo es respaldado por un equipo de docentes conformado por 843 profesionales, de los cuales 195 pertenecen al INPE y 648 son designados por el Ministerio de Educación. Sumado a esto se encuentra el programa Orquestando en el que participan 580 internos, que fortalecen la integración social y el desarrollo socioemocional mediante la práctica musical.

La actividad fue presidida por el presidente del CNP, Javier Llaque Moya, quien estuvo acompañado por el vicepresidente, Marlon Florentini Castañeda y Tercer Miembro, Leoncio Delgado Uribe, así como el director de Tratamiento Penitenciario, Tomás Yllaconza Palacios, el director de la Oficina Regional Lima, Carlos Murriel Mestanza, representantes de instituciones del Estado, entre otros.
Luego de saludar a los CEBAS y CETPROS conectados vía zoom, se hizo entrega de certificados a estudiantes que son promovidos al área de trabajo. A su turno, el director del penal, Víctor Santos Huapaya, reconoció el esfuerzo que realiza cada uno de los internos para superarse y brindarle bienestar a la familia.

Al hacer uso de la palabra, el presidente del CNP, enfatizó que aquel que estudia y trabaja en los penales la reincidencia baja del 13 al 6.5 %.
Llaque Moya se dirigió a los internos a aprovechar el tiempo con educación y trabajo; aprovechen que cuando salgan les digan a sus familias, que si bien cruzaron la línea, no perdieron el tiempo en la cárcel. “Aprovechen la oportunidad que les da la institución y estamos seguros que les cambiará la vida”, añadió.
Hizo un reconocimiento especial a cada uno de los maestros de ese centro penitenciario, porque gracias a ustedes han logrado lo que no pudieron hacer los padres y sus familias. “Ustedes son el símbolo y la gran herramienta de cambio y haremos todos los esfuerzos para que cada vez la educación, llegue más a los penales”, afirmó, el funcionario penitenciario.

En la ceremonia, el presidente del CNP reconoció al maestro César Augusto Lizama Linares, quien cesará en sus funciones por límite de edad.
En el penal de Lurigancho, 1274 internos asistirán activamente a los programas educativos (409 en CEBA, 780 en CETPRO, 17 en Educación Superior Tecnológica y 46 en Educación Superior Universitaria). Posteriormente, las autoridades tocaron la campana como símbolo del inicio de clases y participaron en la inauguración de la Biblioteca Plan Lector – CEBA “Manuel Gonzales Prada”.