Ministro Manero sostuvo que los productos tendrán una demanda extraordinaria en los mercados y generará más ingresos a los pequeños agricultores.
Más de 140 mil familias las que cultivan legumbres en las regiones de la costa, sierra y selva y el sector promueve su consumo
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) fue el anfitrión de las actividades oficiales por el “Día Mundial de las Legumbres 2025”, cuya celebración se realizó por primera vez en el Perú, una responsabilidad adquirida por encima de otros países debido a su gran biodiversidad en la producción de legumbres, la sobresaliente gastronomía en base a ellas y el compromiso con el desarrollo de la sostenibilidad.
Bajo el tema principal de este año: “Legumbres: Aportan diversidad a los sistemas agroalimentarios”, este importante evento reunió a autoridades internacionales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), expertos, pequeños productores, investigadores, con el fin de promover el cultivo, consumo y los beneficios de las
legumbres a nivel global.
Durante su discurso desde la sede principal del MIDAGRI, el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Angel Manero, resaltó que la agricultura nacional con más de 8,000 años de historia tiene a las menestras como uno de los potenciales alimentos, “que utiliza menos recursos hídricos, mejoran los suelos, sobre todo, es un cultivo significativo para los ingresos de pequeños productores”, sostuvo.
“Las menestras de hoy tienen un futuro promisorio y países como el Perú, siendo uno de los productores con diferentes variedades de legumbres, tienen la responsabilidad y la oportunidad de alimentar al mundo con productos de calidad, que nos permitirán abrir y conquistar nuevos mercados para estos cultivos”, expresó.
Menestras de exportación
Además, dijo que para nuestro país es un honor convertirse en anfitrión de la celebración por el “Día Mundial de las Legumbres”, gracias al apoyo de la FAO, y que el objetivo del sector es continuar promoviendo las diferentes presentaciones de las menestras, como frijol, tarwi, pallar y otros. “De esa manera, hemos superado las ventas en más de 100 millones de dólares (exportaciones) y así poder convertirnos a futuro en un importante exportador de menestras hacia el mundo”, subrayó.
Por su parte, desde Roma (Italia) el director general de la FAO, Qu Dongyu, a través de un mensaje televisado, no solo destacó el papel del Perú como nación anfitriona en la conmemoración del “Día Mundial de las Legumbres”. También señaló que las legumbres aportan a la diversidad de los sistemas agroalimentarios, a los sistemas agrícolas, a la dieta alimentaria, y “contribuyen a la salud de los suelos”, aseveró.
En la actividad se reconoció a productores de legumbres en su calidad de “Guardianes de la Biodiversidad de las Legumbres”. Los productores distinguidos fueron Adriana Valcárcel Manga, productora de aceite de tarwi de Cusco; Mauro Margarito Rosas, productor de tarwi de Áncash; Liset Córdova Sayas, productora de frijol de Junín; Franklin Ríos Zúñiga, productor de frijol de de Junín; Vivian Zúñiga Flores, productora de frijol de la región de Áncash; Miguel Carbajal Collantes, productor de frijol de la región de Cajamarca; Cintya del Pilar ramos Marchena, productora de Áncash.
DATOS:
Perú es un país milenario, tierra de productores de legumbres con más de 140 mil familias que cultivan en la costa, sierra y selva. Se producen frijoles, pallares, tarwi, habas, arvejas, zarandaja, entre otros. Las regiones que lideran la producción son Huancavelica, Cusco, Cajamarca y La Libertad. Contamos con tres especies originarias: tarwi, frijol y pallar.
En el año 2024, en el Perú se cosecharon 93 mil hectáreas de legumbres, de las que se obtuvieron 343 mil toneladas. Solo las exportaciones de leguminosas registradas el año pasado alcanzaron la cifra de 119 millones de dólares con destino a más de 45 mercados.
Estos cultivos destacan por proporcionar proteínas vegetales de alta calidad, además de ser una fuente rica en hierro, zinc, calcio y fibra, nutrientes clave para combatir la desnutrición y fomentar dietas equilibradas, especialmente en las regiones más vulnerables.