APARTADO DEL “Caso Waykis en la sombra” y con varios llamados de atención, magistrado demuestra incompetencia.
Cuando el Poder Judicial ordenó que otro juez se pronuncie sobre requerimientos de prisión preventiva del caso ‘Los Waykis en la Sombra’, donde se investiga a Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta de la República, Richard Concepción Carhuancho probablemente sintió que sus días en el Poder Judicial van llegando a su fin. Razones sobran.
La Segunda Sala de Apelaciones tomó esta medida tras declarar fundado el recurso de apelación presentado por Nicanor Boluarte y otros implicados, anulando las órdenes de prisión preventiva dictadas por el juez Concepción Carhuancho.
Esta decisión surge luego de que la defensa legal de Boluarte cuestionara la falta de elementos de convicción graves en los argumentos del juez Concepción Carhuancho. Según los abogados, las pruebas citadas no sustentan la necesidad de una medida restrictiva tan severa, como la prisión preventiva por 36 meses.
El juez Richard Concepción Carhuancho, conocido por su papel en casos mediáticos, fue cuestionado anteriormente por su interpretación de normas.
En este caso, la negativa a aplicar la Ley 32108, que establece lineamientos sobre el tratamiento judicial del crimen organizado, generó controversia y propició quedar al margen
ADELANTÓ OPINIÓN
“Se ha demostrado públicamente que para el señor [Concepción Carhuancho], Nicanor Boluarte, Mateo Castañeda y Patricia Benavides representan la corrupción en el Perú. Entonces, ¿qué esperanza tengo en esa situación?”, indicó el abogado Joseph Campos
en su oportunidad y cuestionó que adelantó opinión. Esta acusación hace referencia a una clase brinda en una institución no universitaria en la que el juez señala que los procesados Nicanor Boluarte y el exfiscal Mateo Castañeda son integrantes de una organización criminal, esto sin que exista una sentencia firme.
Campos se refirió a una exposición académica en la que el magistrado habría utilizado imágenes de Nicanor Boluarte para ejemplificar la corrupción. Según el abogado, esta conducta infringe dos principios fundamentales: la presunción de inocencia y la imparcialidad de su rol como juzgador.
SUPREMA LE
ENMIENDA LA PLANA
La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, al pronunciarse sobre las Leyes n.° 32108 y n.° 32138, que modificaron el tipo penal de organización criminal, aprovecharon para dirigirse a los jueces que inaplican estas normas.
El tribunal supremo considera que “no es tolerable” que un juez resuelva en base a “razones subjetivas particulares”, a pesar de que, al no aplicar las reformas del Congreso, “pretenda hacer eco del justificado reclamo popular”. Sostienen que se incurriría en “decisionismo” o “activismo judicial”.
Los jueces supremos advierten que la facultad de inaplicar una norma se desnaturalizaría “si no exhibe razones constitucionales o convencionales de rescate de los derechos fundamentales, a favor de la dignidad humana de las víctimas o la libertad o las garantías procesales de los imputados”.
La Sala Suprema estableció que “en ningún caso puede admitirse” que el magistrado haga
inferencias sobre cómo se habría gestado una ley porque ello no es parte de la función judicial. Este fue un mensaje al juez de investigación preparatoria Richard Concepción Carhuancho, quien al resolver pedidos de archivo al amparo de las nuevas leyes sobre crimen organizado, han hecho observaciones sobre el proceso legislativo.
Abanto: Tiene débil formación profesional de magistrado
Anteriormente, en diálogo con Diario UNO, el abogado Humberto Abanto calificó al juez Richard Concepción Carhuancho como “un mono con metralleta”, debido a sus cuestionadas sentencias que, incluso, han merecido los críticos comentarios de la Corte Suprema del Poder Judicial al tiempo que pidió a la nueva Junta Nacional de Justicia (JNJ) corregir esta situación.
Al ser consultado por el pronunciamiento de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema en torno a las decisiones de Concepción Carhuancho, sostuvo que “el juez no está para opinar si la ley es buena o mala, un juez ordinario no está para analizar las consecuencias de las leyes, esa es una peculiaridad del juez constitucional”.
“Ojalá la Junta Nacional de Justicia corrija esto y ponga en cintura a los jueces. Control difuso no es una ametralladora en manos de monos, sino que es una técnica muy peligrosa cuando no se sabe manejar”
En su oportunidad, cuestionó que el juez favorito de los caviares desconociera las leyes referidas a la organización criminal y que según la Sala Permanente de la Corte
Suprema “se trata de un caso de decisionismo judicial, al haber mal aplicado el control difuso”. También señaló que el magistrado “canero”, conocido mediáticamente por dictar penas de encarcelamiento bajo cualquier motivo, carece de una formación adecuada que le permita aplicar con solvencia determinadas leyes.
Consideró que esta postura de las instancias superiores del Poder Judicial “no solo va dirigida a Concepción Carhuancho, es un llamado a atención a todos los magistrados que se han tomado la libertad de inaplicar la ley, supuestamente aplicando el control difuso o el control de convencionalidad. Esta técnica no puede ser aplicada por aficionados, porque requiere de conocimientos profundos”.
“Lo que ha detectado la Corte Suprema en la argumento de estos jueces es realmente el razonamiento de un legislador y no de juez, lo que no corresponde. Han intentado aplicar una técnica (control difuso) cuyos secretos desconocen, no han sido rigurosos. Han reemplazado lo que serían mandatos constitucionales y convencionales con sus deseos, como lo ha señalado la Corte Suprema, al hablar de apreciaciones subjetivas”, aseguró.