EN OTRO LENGUAJE
Consultor de contenidos y analista político – @jaimeasian
Aver, qué les parece: ¿Y si ninguno de los actuales congresistas es reelegido en las próximas elecciones? Bien merecido que se lo tienen. Todos, de alguna manera, están contaminados o se han hecho de la vista gorda frente a la andanada de yerros de la peor camada de ‘otorongos’ de la historia. Sería una medida única y aleccionadora por parte de la población votante, a manera de mea culpa en las ánforas por llevar a tantos cacasenos al Parlamento.
La cada vez más evidente existencia de una red de prostitución al interior del Legislativo, para satisfacer los bajos instintos de los ‘padres de la patria’, ha rebasado la estupefacción ciudadana ante un Congreso que -como lo indican las encuestas de opinión- prácticamente no representa a nadie y se ha convertido en sinónimo de leyes procrimen, vagancia, complicidad, dinero fácil, viajecitos, despilfarro, agencia de empleos y sinvergüencería total.
No olvidemos que de por medio hay una extrabajadora parlamentaria asesinada a manos del sicariato; es decir que la sangre también ha salpicado a las curules y, en este homicidio por encargo, falta saber, además del verdadero papel que cumplía Jorge Torres Saravia, quiénes fueron los más interesados en silenciar a Andrea Vidal Gómez, a la que, para ‘asegurarla’, le descargaron 70 balazos que también alcanzaron al conductor del taxi que la transportaba a su casa.
Por eso y muchas cosas más, la gente tiene que reaccionar. Si les parece una utopía la propuesta inicial, entonces busquemos otra fórmula para cerrarle el paso a este Congreso que repuso la bicameralidad con el único propósito de seguir comiendo rico a costas del Estado, es decir de todos nosotros, ya sea en la cámara baja (diputados) o en la cámara alta (senadores). Y ahora con sexiservidoras al alcance de un voto. ¡Qué barbaridad! Por otro lado, los partidos han demostrado que poco o nada les interesa el reclutamiento y la formación de jóvenes exentos del síndrome del delito. El financiamiento público es utilizado por los caudillos como caja chica y, a este paso, si no aparece el tino en las ánforas de votación para elegir una mano dura en democracia, todo seguirá prostituyéndose. Y así no juega Perú.
“Sería una medida única y aleccionadora por parte de la población votante, a manera de mea culpa en las ánforas por llevar a tantos cacasenos al Parlamento”.