Por Armando Martín Barrantes Martínez, Magister en Gerencia Social PUCP.
El señor Martín Hidalgo, experto en temas congresales, ha advertido sobre los problemas que se avecinan en el 2026 respecto a la cédula electoral. La confusión que esta causará es evidente. ¿Qué hacer?
En primer lugar, un argumento simple, eliminar el Parlamento Andino, que no cumple función alguna, ergo, no sirve para nada.
Por otro lado, respecto al Senado, según la ley vigente, serán elegidos de dos formas: unos por distrito electoral único y otros por distrito electoral múltiple, y precisa que la cédula electoral deberá tener dos columnas, uno para cada tipo de elección. Un cambio es legislar para que el conteo de los votos del Senado de distrito electoral único se contabilice para el distrito electoral múltiple.
Por ejemplo, si un partido obtiene una cantidad “X” de votos para el Senado de distrito electoral único en la circunscripción electoral “A”, esos votos se contabilizan tanto para el distrito electoral único como para el distrito electoral múltiple “A” de la circunscripción electoral “A”. ¿Y cómo abordamos la paridad? La solución es implementar una paridad horizontal nacional para las 27 circunscripciones electorales respecto al Senado de distrito electoral múltiple. Así, ya no habría necesidad de tener dos columnas en la cédula electoral para elegir las dos modalidades de elección del Senado.
También es necesario corregir y precisar textos que generan confusión, como las vallas electorales para las alianzas y otros aspectos legislativos. Por ejemplo, el inciso b) del artículo 13 de la Ley de Organizaciones Políticas debería ser reformulado de la siguiente manera: “En caso de que la alianza esté compuesta por dos partidos, debe alcanzar al menos el cinco por ciento (5%) de los votos válidos. Si está compuesta por tres o más partidos, debe alcanzar al menos el seis por ciento (6%) de los votos válidos. Además de aclarar la valla electoral para las alianzas, estoy proponiendo eliminar el requisito obligatorio de que los partidos que conforman la alianza deben obtener necesariamente representación congresal para seguir vigentes, es decir, que al menos uno de sus afiliados sea electo. Esto desalienta las alianzas. La idea de una alianza es que los partidos que la conforman propongan y ofrezcan a la ciudadanía un plan de gobierno, no que se disputen números en el Congreso o posiciones. Quizás uno de los partidos de la alianza no desee postular candidatos al Congreso y prefiera aportar dirigentes locales para la operativización de la campaña o solamente tener presencia en la plancha presidencial.
Es crucial que el Congreso aborde estos temas antes de la convocatoria a las elecciones generales del 2026.