The Intercept, reconocida revista estadounidense resalta cómo Dina Boluarte pasó de trabajar modestamente dentro del Estado a convertirse en presidenta, gracias a una coalición con grupos de derecha que la mantienen en el poder.
No se hace una. Dina Boluarte ha sido catalogada como «la presidenta más impopular del mundo» por The Intercept, una influyente revista estadounidense. Este reconocimiento subraya la grave crisis de gestión que enfrenta su gobierno, caracterizada por un aumento alarmante de la criminalidad y la extorsión que ha llevado a la capital y otras regiones a un punto crítico. A pesar de su trayectoria que comenzó en el ámbito estatal, Boluarte ascendió al poder gracias a una alianza con sectores de derecha, lo que ha generado un amplio rechazo entre la población peruana.
Es tan alta la desaprobación de Dina Boluarte que ha llegado incluso hasta los medios de comunicación de América del Norte. The Intercept, le dedicó a la mandataria un informe especial tras el resultado de varias encuestadoras que la posicionan como la presidenta más impopular del mundo en medio del colapso de su gestión dominada por una devastadora ola de crimen y extorsión que ha llevado a la capital y otras regiones a un punto de quiebre.
Este diario web inicia su informe resaltando que pese a las profundas desigualdades políticas, sociales y geográficas, hay pocos temas en el Perú en el que todos los peruanos pueden estar de acuerdo: el Gobierno de Dina Boluarte que con sus debilidades y fracasos ha hecho que todos los peruanos coincidan en la idea de que a nadie le gusta Dina Boluarte como presidenta del Perú.
SIN PANORAMA POLÍTICO
Autoridades en la materia como Jo Marie-Burt expusieron para The Intercept como desde su ascenso al cargo, Dina Boluarte ha navegado un complejo panorama político, caracterizado por una coalición de partidos que, aunque ideológicamente diversos, se unen por conveniencia. Esta situación ha suscitado debates sobre la estabilidad y la dirección del gobierno, pues la mayoría de sus aliados pertenecen a la derecha.
Asimismo, Burt destaca que el principal vínculo que une a esta alianza es el interés propio. Aunque Boluarte ha intentado proyectar una imagen de izquierdista, su capacidad de gobernar se basa en la gestión de intereses que escapan a la ideología.
Además, el informe resalta el largo periodo de 107 días en el que Boluarte no se dirigió a la prensa, lo que intensificó las críticas sobre su falta de comunicación y transparencia. Marco Sifuentes, periodista peruano, afirmó que esta falta de interacción con los medios refuerza la percepción de que Boluarte está «escondida», lo que agrava aún más la desconfianza del pueblo hacia su liderazgo. Este silencio se volvió especialmente notorio tras su última declaración el 8 de julio, en el contexto del caso Rolex.
El informe de Daniel Muñoz para La República, también menciona un preocupante desarrollo en el Congreso, donde se han aprobado leyes que restringen la supervisión de otras ramas del gobierno, lo que ha llevado a un debilitamiento de la independencia de poderes. The Intercept citó a Burt, quien advirtió que “el sistema político ha sido capturado por un grupo de ladrones”, acusando a los legisladores de legislar en beneficio propio en lugar de servir al interés público. Este contexto plantea serias preocupaciones sobre el futuro de la democracia en Perú, en medio de un entorno donde la corrupción y la impunidad parecen prevalecer.