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Ahora Keiko Fujimori baila sola

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Por: Jaime Asián Domínguez

Esta cifra debe ser un duro golpe para Keiko Fujimori: Solo un 9% de los peruanos cree que el fujimorismo se fortalecerá luego de la muerte de su papá, el exdictador Alberto Fujimori, según la encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) publicada ayer. O sea, no hay un endose mayor de simpatía para la lideresa de Fuerza Popular que, sobre el papel, había relegado sus aspiraciones presidenciales para dejar al “Chino” en el partidor de cara a los comicios de 2026.

Y, para que no quepan dudas sobre esta perspectiva, el sondeo indica que el 21% de compatriotas entiende que el fujimorismo se mantendrá igual -sin moros en la costa- tras el deceso de su fundador, lo que implica que la exesposa de Mark Vito Villanella tiene por delante el reto de sobrevivir y acceder por méritos propios a mejores posiciones políticas, con el agregado de que el 19% opina que la tienda naranja se debilitará ahora que ya no está el padre del cordero.  

En los funerales de Alberto Fujimori mucho se habló de su legado y buena parte de la prole fujimorista evidenció su esperanza en Keiko Fujimori; sin embargo, contabilizando los tres procesos electorales perdidos consecutivamente, no faltaron las voces que ven a Kenji como el llamado a preservar la herencia partidaria. Este disloque en Fuerza Popular se ve sustentado en ese 51% de encuestados que prevé que el fallecimiento del patriarca impactará políticamente en el futuro del fujimorismo. Y no precisamente para bien.

De manera que la partida de Alberto Fujimori deja huérfana políticamente a Keiko y si antes, bajo su patrocinio, se quedó en el camino, ahora la tarea de llegar al poder palaciego será más complicada porque ella misma no se ha reinventado y tenemos a la candidata de siempre con la animadversión ciudadana de siempre. Sin olvidar que enfrenta una investigación como presunta cabeza visible de una organización criminal y, quiérase o no, dicha situación también está lacerando su perfil de postulante al sillón que de momento ocupa Dina Boluarte.

(*) Analista político y consultor de contenidos


“Tiene por delante el reto de sobrevivir y acceder por méritos propios a mejores posiciones políticas…”.