EN DÍAS PASADOS, el tema del costo de la tarifa de agua potable en Lima y el resto del país ha estado en el debate público. Ayer, el presidente de Sedapal Jorge Gómez Reátegui aclaró las incertidumbres
Hace una semana el presidente de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), Mauro Gutiérrez Martínez, alarmó a los millones de usuarios de agua del país, afirmando que el reglamento del decreto legislativo n° 1620, aprobado por el ministerio de Vivienda, iba a generar no solo un incremento de la tarifa domiciliaria sino que iba a sumir en la pobreza a más de 300 mil personas.
De inmediato, la ministra salió a desmentirlo afirmando que las tarifas no subirían, porque es la propia Sunass la encargada de fijar sus montos. Pero, luego, ella misma se contradijo y afirmó que sin un reajuste general las empresas de servicios podrían quebrar.
La confusión se impuso. Ayer, las cosas han empezado a quedar más claras con las precisiones que ha hecho Sedapal.
YA SUBIÓ
El presidente del directorio de esa empresa pública salió a aclarar en RPP que la Sunass ya fijo las tarifas para este año y que, bajo el marco legal actual, hasta el 2026, no deben producirse subidas más allá del 8%. Ello, porque el quinquenio regulatorio se inició el 2021 y en el 2022 se aprobaron las nuevas tarifas para el servicio de agua. Por lo cual, los usuarios podrían respirar tranquilos y descartar un paquetazo tarifario.
Sin embargo, ello no quiere decir que no exista un problema que viene de años atrás y que pone en peligro la viabilidad económica y financiera de las empresas y del servicio que prestan. Para el presidente del directorio de Sedapal, el modelo tarifario actual presen- ta desequilibrios financieros que impiden a la empresa cumplir con sus metas programadas, como la ampliación del servicio de agua potable y saneamiento a las zonas más necesitadas. “La empresa tiene un desequilibrio financiero y está transparentando y sincerando la información para dar un buen servicio a los usuarios de Lima y Callao”, manifestó Gómez Reátegui pero precisando que “no se puede seguir con este desequilibrio financiero; tenemos que cumplir con nuestras metas y las que nos obliga el mismo regulador”.
Añadió, “Perú es el país que menos tarifa paga en América Latina (…) Se debería pagar más,sí por supuesto, pero el regulador debe tomar la decisión junto con Sedapal”, expresó Gómez Reátegui, opinando que una “tarifa justa” significa “una media” de lo que se tiene en países vecinos como Chile.
CAMBIAR EL MODELO
Por ello, Gómez Reátegui sostuvo que el problema no es subir o mantener las tarifas, pues ello implica una visión simplista, de lo que se trata más bien es de revisar el modelo en su conjunto. Al respecto, informó que Sedapal, y otras empresas prestadoras de saneamiento del Perú, se han evaluado el actual modelo tarifario de la Sunass, concluyendo que perjudica a las empresas del sector y dificulta la prestación de un servicio eficiente a las poblaciones más vulnerables de Lima y Callao.Por tal motivo, Sedapal ha solicitado a la Sunass una revisión exhaustiva del modelo tarifario, con el objetivo de que se ajuste a la realidad económica.
Entre los “errores e inconsistencias” detectadas se encuentra, por ejemplo, el uso inadecuado de conceptos técnicos como “cierre financiero” y “cierre económico”. “Hemos solicitado al ente regulador, en reiteradas oportunidades, que nos facilitara la información de base con la cual había hecho los cálculos de las tarifas y del cierre financiero”, afirma Sedapal. Peor aún, los técnicos de esa empresa han encontrado inconsistencias en el cálculo del cierre financiero. Sin embargo, la perspectiva alternativa de Gómez Reátegui dista de ser burocrática o tecnocrática, sino que se inspira en la realidad. Realidad en la que los que menos consumen pagan mucho más, porque no llegan las conexiones y pagan el agua más cara del país. Ante ello propone el subsidio cruzado en el que pagan menos quienes consumen menos. Pero, el presidente de Sedapal también propone un nuevo subsidio, al que denomina “subsidio inteligente”, más focalizado para que los usuarios que tienen menos recursos puedan pagar menos.
En todo caso, el debate está abierto y en él deberían participar los especialistas, las universidades y los colegios profesionales, amen por supuesto de los su-
fridos usuarios.
DATOS:
CALIFICADO. Gómez Reátegui es uno de los pocos técnicos de alto nivel con que cuenta el gobierno. Se licenció en ciencias administrativas en la universidad de Uppsala y tiene maestrías en la UNMSM, San Martín de Porres y Complutense de Madrid.