Han pasados más de seis meses y el plan “Perú Seguro” sigue sin dar resultados a pesar que obtuvo facultades legislativas.Premier sigue confiando en Ministro del Interior Víctor Torres que no hace nada.
El premier Gustavo Adrianzén sigue apostando por una “estrategia” que sigue siendo el flanco más débil del gobierno de Dina Boluarte.
En una entrevista en un medio local, el flamante premier Gustavo Adrianzén reiteró el continuismo del plan “Perú Seguro”, que no es otra cosa que una estrategia desfasada, sin aterrizaje en la realidad y que no toma en cuenta los graves casos de criminalidad que azota al peruano de a pie.
Adrianzén insiste en apoyarse en el punto más flaco del gobierno de Dina
Boluarte: el ministro del interior Víctor Torres, un pintando con el fajín envuelto en desaciertos en materia de seguridad respecto a sus decisiones que produjeron no menos inestabilidad en el país.
ESTADO ATROZ
Del dicho al hecho hay mucho trecho. Adrianzén parece desconocer que el
momento de seguridad en las calles en Perú es “de guerra”, con un aumento de 50
% en casos de extorsión a nivel nacional, concentrados en Lima, la Libertad, y Piura. Nos asaltan los más desoladores dígitos en sicariato y extorsión, con las facciones del Tren de Aragua, Comando Vermelho, los Tiguerones, los malditos de Bayóvar, los pulpos, entre otros. Estados de emergencia en Villa el Salvador y San Juan de Lurigancho tras el atentado enla discoteca Xanders fueron insuficientes. Esto, en una situación deplorable del equipamiento de la Policía Nacional de Perú en sus comisarías con la ausencia de chalecos antibalas de buen funcionamiento y lo mismo para los patrulleros.
No está permitido la paciencia de un desubicado a la espera de una experimentación de un plan que no da para más.
Se necesita encarar el problema de seguridad ciudadana de una forma diferente, y el premier Gustavo Adrianzén no ha tomado el toro por las astas. Ha dejado más oxígeno al actual ministro del interior que más que una autoridad es un “fantasma”.
“QUE EL PLAN ACTÚE UN
TANTO”
La paciencia de Adrianzén en sus declaraciones es hasta escandalosa. Si empezó con una imagen fuerte, ahora se trepa a la proyección de un político ralente.
A la pregunta de una presentadora de un dominical respecto al ministro Torres contesta lerdamente: “Hubiese sido irresponsable de mi parte , sin haber tenido contacto con los ministros, sin haber visto su gestión, atraverme a proponerme a
proponer cambios, recordemos que yo vengo de estar un año como representnte del Perú en la OEA; apenas algunos días he tenido contacto directo con el ministro del interior. Me ha explicado la política del Perú; tenemos que dejar que el plan actue un tanto.”
El Premier confiesa que por su permanencia en la OEA representando al Perú
no estuvo en el mejor de los casos vinculado con la realidad de la seguridada ciudadana local, con el ministro “fantasma” y el Ministerio del Interior. Podemos decir que en las calles de otro países no se familiarizó con lo que nos sucede con los robos y extorsiones. Tenemos un ministro en la burbuja, aún.
Adrianzén está meciéndonos. Le ha dado el beneficio de la duda a un ministro que ha dado poco por el país, y que fue traído de Estados Unidos para resolver problemas que no estaba vinculado directamente con él. Como Adrianzén.
El ministro Víctor Torres tiene una censura en camino y Adrianzén no se ha formado una opinión antes en torno al tema. La permanencia de Torres es alarmante viniendo de un Premier que insinúa un real cambio de timón para cambiar un gobierno agonizante. Es intocable, siendo un ministro fallido, lo que preocupa más: sigue con la confianza, mientras ríos de sangre corren en las calles. “Hay algunos sectores que en su primera vista podrían haber destacado en sus sectores más que otros.
La renovación de un ministro no es que vaya a solucionar los problemas”, dice Gustavo Adrianzén, en su letargo. “Tenemos un problema de inseguridad que viene de atrás, debemos también en dar oportunidad que el plan empiece, vaya consolidando y empecemos a ver los resultados” (Sobre el plan Perú seguro).
PLAN INSEGURO
“Es el plan Perú Seguro. Tiene como ejes la prevención, el control territorial, el fortalecimiento institucional (lee su papel), y la lucha del crimen organizado teniendo, teniendo en cuenta cada variantes que son múltiples de la criminalidad”, dice el Premier. El ministro se ahoga en una retórica que no quiere escuchar la población, pues solo los resultados importan.
El plan del gobierno “Perú seguro” nació con la manera de alejarse del “plan bukele”, y generar cierta pegada con los estados de emergencias, todos de fracaso en fracaso. Este plan trasnochado, sin resultados, fue el “Plan Boluarte”, lo que el expremier Alberto Otárola promocionó en su momento para luego etiquetarlo con “Perú seguro”. Se inició el 29 de agosto de 2013.
“Hacemos evaluación permanente, ver resultados, ver actividad constante, y de aquello podríamos formarnos un idea, resumo yo, en los primeros veinte y treinta
díás, no puedo darte una fecha“, concluye Adrianzén.
MINISTRO CONFÍA EN TORRES
“Criminalidad organizada es crisis regional”, dice Gustavo Adrianzén, justificando la inoperatividad del ministro Víctor Torres.
El Premier se puede reunir co los sindicatos y puedes escuchar a las partes, pero que se entienda que no hay un compromiso desde la dirigencia de la cartera del interior para una reforma de la polícia. Por ejemplo, con el equipamiento de las comisarías y los casos de corrupción.
Han pasado más de medio año del plan Perú Seguro y el gobierno de Dina no puede más. Hace mal el Premier Adrianzén en darle categoría regular a esta cartera, como si fuera cualquier ministerio, cuando es el principal problema del país.