En Perú no hay terrorismo, aunque Marx haya vuelto

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    Hace poco más de un lustro se hablaba en los fueros académicos del regreso de Marx, un regreso algo rápido considerando la breve ausencia de más de 20 años. Sí, porque Marx estuvo mundialmente presente durante casi todo el siglo XX hasta 1992 (en Occidente, pues en Oriente nunca se fue). 

    Muchos sabios señores se preguntan hoy en día, entre absortos e indignados, por qué hay tantos jóvenes hablando de Marx, leyendo a Marx, siguiendo a Marx, entendiendo a Marx. Los jóvenes, millenials y Z, han desempolvado a Marx.

    La vuelta de Marx se debe a dos fenómenos puntuales en el desarrollo del capitalismo posindustrial: 1) la falta de seguridades materiales de estas dos generaciones, preparadas para un mundo que ya no existe, incapaces de obtener la casa o familia o estabilidad laboral que sí obtuvieron sus padres y abuelos (hecho que se agravó con la crisis de 2008), han encontrado en Marx y los marxistas un oasis en medio de tanta mierda propagandística liberal, y 2) las redes sociales. 

    Ciertamente estos fenómenos también han incentivado una vuelta a la escuela austriaca de economía, aunque esta no haya creado ningún modelo económico sostenible –algo que sí lograron el liberalismo clásico (el Imperio británico) o el de la Escuela de Chicago (el imperio gringo) o el comunismo con los imperios soviético (marxista-leninista) y chino (maoísta-dengsista)– los autodenominados libertarios se pusieron de moda. Aún así, la cantidad de marxistas de distintos colores aparecen de modo mucho más acelerado, lo que ha encendido las alarmas de los viejos burgueses a nivel mundial. 

    Marx ha vuelto de la mano de Tiktok, digamos. Una red social nacida del socialismo chino ha eclosionado la conciencia de clase del proletariado mundial, no solo con bailes y comedia, sino con intercambio de información y difusión de ciencias y arte, difusión que incluye la economía política y con esta, el marxismo. Marx ha vuelto sobre la ola de la revolución tecnológica y no solo como doctrina científica-filosófica sino como impulso hacia lo que consideramos está ya entre nosotros: el cibercomunismo.