El Parlamento rechazó esta madrugada, por 65 votos en contra, 45 a favor, y dos abstenciones, el proyecto de reforma constitucional que reajustaba el adelanto de elecciones generales, para el 8 de octubre de 2023, en primera vuelta.
La iniciativa logró ser sancionada ante la reconsideración, de última hora, de la agrupación fujimorista Fuerza Popular, que aparentemente parecía haberse aúnado a las agrupaciones parlamentarias de izquierda y de centro derecha, que habían optado por impulsar en la víspera esta propuesta, incluida entre las principales demandas de la protesta social.
Sin embargo, las bancadas de izquierda y de Acción Popular denunciaron que la agrupación congresal Fuerza Popular y el presidente de la Comisión de Constitución, Hernando Guerra García, los engañó, al haberlos convocado falsamente a un cuarto intermedio “para consensuar” sobre los textos finales del referido proyecto de reforma constitucional.
Según el texto fujimorista rechazado, y de acuerdo con el mencionado reajuste de fechas, la presidenta Dina Boluarte debía terminar su mandato, en principio, el 31 de diciembre de 2023 y, al día siguiente, jurar el nuevo jefe de Estado, hasta el 28 de julio del 2029.
En el caso de los parlamentarios, éstos dejaban sus cargos el 30 de diciembre de 2023. Para, veinticuatro horas después, los flamantes legisladores jurar sus puestos hasta el 26 de julio del 2029.
Al final, se presentó una reconsideración a la votación, la misma que será vista nuevamente en la sesión del lunes 30 de enero, en cuya fecha en la que Williams reanudará la sesión, levantada temporalmente anoche.
En todo caso, y para las galerías, era obvio que el fujimorismo buscaba desmarcarse de sus aliados congresales de ultraderecha, que mantienen a toda costa el proyecto original de adelanto de adelanto de comicios para abril de 2024, aprobado en diciembre pasado, con la intención de aprobar “reformas constitucionales” a la medida de sus intereses y su agenda ultraconservadora.
Además, la furia de los sectores legislativos de extrema derecha contra la bancada fujimorista, era más que evidente, al acusarla de haberse plegado a la supuesta agenda de la izquierda de “controlar el poder”, era más que través de la discusión de una Asamblea Constituyente, junto con el paquete de reajuste del adelanto de los comicios.
Y tras horas de un áspero intercambio verbal, entre la derecha y la izquierda, 78 congresistas votaron en favor de la reconsideración de la votación que fijaba el adelanto de elecciones para abril de 2024, y desarrollar un texto sustitutorio a la reforma constitucional, que fijase el reajuste de un nuevo calendario electoral, para los meses de octubre y noviembre/diciembre de 2023.
Desde el inicio, la ultraderecha congresal dio batalla. Planteó una cuestión de orden del día, a fin de declararla como “improcedente”, la reconsideración a la votación de diciembre de 2022. Y fueron derrotados por 57 sufragios en contra versus 51 a favor y nueve abstenciones.
Después, volvió a la carga, al proponer otra cuestión previa para intentar el retorno, a la Comisión de Constitución del Legislativo, del texto sustitutorio que reconsideraba la votación de diciembre de 2022, que fijaba para abril de 2024, la fecha de las elecciones generales. Esta vez, el rechazo fue de 69 votos, contra 40 y dos abstenciones.