Salarios de supervivencia y agenda electoral: el 2026 debe cambiar el rumbo

Publicado el 15/11/2025

El trabajo en el Perú de hoy no garantiza una vida digna. La realidad es alarmante: la Remuneración Mínima Vital (RMV) se fijó en S/ 1,130 para el año 2025, pero el ingreso neto tras descuentos apenas alcanza los S/ 983, cifra inferior a la Canasta Básica Alimentaria (S/ 1,024) y mucho menor que la Canasta Básica de Consumo Familiar (S/ 1,816).

En el sector público, la discriminación salarial es escandalosa. Coexisten tres regímenes laborales (D.L. 728, D.L. 276 y CAS) con beneficios desiguales: CTS y dos gratificaciones en el 728; escalas zombi y complementos en el 276, y ausencia de CTS, asignación familiar efectiva y gratificaciones dignas en el CAS. El Estado remunera de manera distinta a trabajadores que realizan funciones equivalentes en diferentes regímenes.

En el sector privado, la supuesta “recuperación del empleo” es un espejismo: más del 90% de los nuevos puestos formales son temporales, lo que obstaculiza la sindicalización y debilita la negociación colectiva. Además, el 70,7 % de la fuerza laboral permanece en la informalidad, y el subempleo por ingresos ha crecido un 41,7 % desde la pandemia.

Ante ello, la CGTP exige un aumento inmediato de la RMV a S/ 1,500 con una meta intermedia de S/ 2,500, para acercarla al verdadero costo de la Canasta Básica Familiar (CBF). No es solo una demanda económica, sino una exigencia de dignidad: que los trabajadores dejen de vivir con sueldos y pensiones de supervivencia mientras el sistema los reduce a simples costos, ignorando su condición humana.

Esta reivindicación debe ocupar un lugar central en la agenda de los candidatos para las elecciones de 2026. Exigimos una reforma que incluya un mecanismo técnico y tripartito que vincule la RMV a la CBF, la unificación de los regímenes salariales del Estado bajo un principio de “a igual trabajo, igual salario”, y una nueva Ley General del Trabajo que limite la temporalidad abusiva, fortalezca la negociación colectiva y potencie la fiscalización laboral.

“… que los trabajadores dejen de sobrevivir con sueldos mínimos mientras el sistema los reduce a simples costos, ignorando su condición humana”.