Paz, Amnistía y Reconciliación Nacional en Sudáfrica
Publicado el 02/09/2025
Paz, Amnistía y Reconciliación Nacional en Sudáfrica
Por: Lavrenti Coronel
Hace poco, Boluarte ha aprobado la ‘Ley de Amnistía’, que como señalé anteriormente es: una ley incompleta que no pretende reconciliarnos entre peruanos. Amerita —ya que se ha puesto sobre el debate nacional nuevamente el tema de la amnistía y la reconciliación—, revisar la experiencia sudafricana para entender cómo se llevó adelante el proceso de paz con los grupos subversivos, la transición democrática y abolición del apartheid, la labor exitosa de la CVR y el Comité de Amnistía por concretar la reconciliación nacional de la sociedad sudafricana. Cosa que no ocurrió nada parecido con la labor de la CVR peruana…
Terminada la IIGM, en 1948 se estableció el régimen apartheid en Sudáfrica que negó a la población negra derechos políticos, económicos y sociales y sometió a millones de negros a la más perversa segregación, explotación y opresión. La lucha política del pueblo sudafricano fue ahogada en sangre. Y es a fines de la década del 50′ que se manifiestan los primeros levantamientos armados en las zonas rurales, logrando extenderse en la década del 90′ a las ciudades.
Después de la matanza de decenas de civiles desarmados en Shaperville y la proscripción del Partido Comunista Sudafricano (SACP), del Congreso Nacional Africano (ANC) y del Congreso Panafricano (PAC), el SACP y el ANC en diciembre de 1961 decidieron iniciar la lucha armada y crearon la guerrilla clandestina Umkhonto we Sizwe (MK). Nelson Mandela —en ese entonces, destacado dirigente del ANC y miembro del CC del SACP— pasó a ser el presidente del Alto Mando del MK. Varios miembros del MK viajaron a China y a la URSS a recibir adiestramiento político y militar. Mandela que había recorrido varios países del África y otros países para conseguir apoyo, en 1962, fue detenido por la policía sudafricana quien en colaboración con la CIA obtuvo información de sus movimientos en el exterior. En 1963-1964 Mandela y varios dirigentes del MK fueron procesados y condenados a cadena perpetua en el juicio de Rivonia por delitos de conspiración, rebelión y difusión del comunismo. Con ello, los altos dirigentes del ANC y el MK fueron encarcelados; otros, se mantuvieron en la clandestinidad o exiliados.
En 1969 en la L Conferencia Nacional del ANC realizada en Morogoro-Tanzania se adoptó el programa: llevar adelante una Revolución Democrática Nacional por medio de la lucha armada y establecer un República Democrática no racial y de manera ininterrumpida llegar al socialismo; confiscar y redistribuir la tierra; respeto de todos los derechos civiles sudafricanos y fin del apartheid, etc., etc. En la década del 70′ y 80′ las acciones armadas del MK se intensificaron por toda Sudáfrica contra objetivos económicos, la maquinaria administrativa del apartheid, instalaciones y personal de la Policía de Sudáfrica (SAP) y las Fuerzas de Autodefensa de Sudáfrica (SADF).
En la década del 80′, el régimen del apartheid, en profunda bancarrota y con una desfavorable opinión pública prosiguió con la lucha contrasubversiva, utilizando a agentes de seguridad y spoilers con el fin de combatir a los rebeldes y de enfrentar ‘negros contra negros’. Mientras que la ANC y el MK (que, en ese momento, fueron tildados por el régimen apartheid siguiendo la política de Reagan y Thatcher: de acusar a los guerrilleros y comunistas banda de terroristas y sanguinarios) se ganaron el reconocimiento de movimiento de vanguardia en la lucha contra el apartheid.
Pero será, a mediados de la década del 80′ que se vislumbrarán las primeras tratativas de negociaciones entre el ANC con el régimen del apartheid. En junio de 1986, Mandela (desde prisión y cuyo nombre era reconocido internacionalmente como símbolo de resistencia contra el apartheid), recibió la visita de representantes del gobierno y mostró su voluntad política de paz; y, llamó al gobierno a negociar la paz, con el ANC y liberar a los prisioneros políticos y cesar la persecución a los demás que estaban en la clandestinidad y el exilio. En ese mismo mes fueron liberados varios prisioneros políticos por causas humanitarias. Ese gesto político, marcaría el inicio de las negociaciones para terminar una etapa violenta y alcanzar la paz en Sudáfrica. En 1987, el CEN del ANC publicó una declaración: “Sí a negociaciones reales, no a negociaciones falsas”; lo que con ello mostraba su actitud a iniciar un verdadero proceso de paz. En julio de 1989, Mandela en prisión, recibió la visita del mandatario Pieter Botha; e hizo pública una carta en la cual mostró la necesidad de concluir la guerra. En respuesta a su carta, fueron liberados más prisioneros políticos, incluido el líder, Walter Sisulu.
En agosto de 1989, el dirigente Oliver Tambo inició y dirigió el proceso para alcanzar la paz, que culminó en la elaboración de la ‘Declaración de Harare’, en la cual planteó: cinco medidas que el régimen del apartheid debía tener en cuenta a fin de “crear un clima para las negociaciones”. Ellas eran: la liberación incondicional de los presos políticos, el fin de la prohibición y las restricciones a todas las organizaciones y personas, la salida de las tropas de los municipios y la finalización del Estado de Emergencia, así como la revocación de la legislación que restringía la actividad política y el cese de todas las ejecuciones de carácter político. Y en dicho proceso debería establecer las bases para una nueva Constitución interina; constituir un gobierno interino destinado a supervisar el cumplimiento de la nueva Constitución y ganar la transición hacia la democracia, que incluyera la celebración de nuevas elecciones libres y justas.
En octubre de 1989 en Suiza, las delegaciones del ANC y el Servicio Nacional de Inteligencia del gobierno se reunieron a tratar el inicio del proceso de paz. En febrero de 1990 el nuevo gobierno de Federik Klerk declaró que el ANC y el SACP y todas las demás organizaciones que habían sido proscritas, se les permitía recobrar la legalidad. A pocos días después, el 11.02.1990, Mandela, quien había sido condenado a perpetua y después de 27 años de prisión, fue puesto en libertad por el régimen del apartheid. La algarabía reinó en el pueblo sudafricano: los prisioneros políticos recobraban su libertad.
En julio de 1990 el CEN de la ANC tomó la decisión de suspender de manera unilateral las acciones armadas, y en agosto de 1990 con el ‘Acta de Pretoria’ el ANC renunció finalmente a la continuación de la lucha armada. En junio de 1991 se llevó a cabo la ‘Convención Nacional de Paz’, donde participaron representantes políticos, eclesiásticos, de los sectores laborales, económicos y gubernamentales para desarrollar un diálogo referente al proceso de paz y la reconstrucción social. Y de allí se firmó en septiembre de 1991 el ‘Acuerdo Nacional de Paz’ que fue suscrito por 27 partidos políticos y movimientos sociales y se estableció ‘Comités de Paz’ en numerosas localidades. Si bien no fue un acuerdo de paz en sentido estricto, fue un mecanismo que convocó a la sociedad en torno a la paz.
Las negociaciones formales comenzaron en diciembre de 1991 con la inauguración de la Convención para una Sudáfrica Democrática (CODESA) y se estableció una Comisión de Negociaciones. La ANC después de 31 años de haber estado en la ilegalidad y proscrito, puedo realizar su conferencia nacional en la legalidad. Creándose —bajo la dirección política de la ANC— el Frente Patriótico que, aglutinó a las fuerzas antiapartheid y planteó la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Tras el fracaso de la CODESA, por motivos del ANC a negarse disolver el MK (pues, el gobierno seguía reprimiendo al movimiento), se retomaron nuevamente los tratos; y, después de un intercambio de cartas se firmó el ‘Acta de Entendimiento’ del 26.09.1992. para proseguir el proceso de negociación multipartidista y se acordó contar con una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución sin interrupción constitucional, establecimiento de un gobierno interino y libertad de todos los prisioneros políticos por conflictos políticos a fin de contribuir a la reconciliación nacional.
En 1993 se da el ‘Foro de Negociaciones Multipartidista’ que reanudó las negociaciones y se acuerda redactar una nueva Constitución interina y convocar a elecciones nacionales democráticas. En 1994, con una nueva Constitución, el ANC formó el gobierno de transición ‘Unidad Nacional’ con poder compartido, donde Mandela, ¡sí, el exguerrillero y jefe del MK! se convirtió democráticamente en presidente de Sudáfrica obteniendo más del 60% de votos. Y en diciembre de 1994 el MK se disolvió definitivamente como grupo subversivo.
En 1995, el Parlamento sudafricano creó la ‘Comisión de la Verdad y la Reconciliación’ con la ‘Ley de Promoción de la Unidad Nacional y la Reconciliación N 34°’ para formular los medios de reparación y rehabilitación de la dignidad civil y humana de las víctimas; así, como la búsqueda de la unidad nacional y reconciliación nacional, el bienestar de todos los sudafricanos y la paz de la sociedad sudafricana. La CVR sudafricana (cosa que nunca hizo la CVR peruana), entrevistó a todos los actores del conflicto armado con las mismas condiciones y sin que nadie quedara fuera. Asimismo, las partes entre civiles, policías y militares asumieron sus responsabilidades. Todo ello, enmarcado en reconciliarse del pasado violento como sudafricanos. Además, dicha Ley N°34, también le dio autoridad para recomendar la dación de amnistía; creándose así, el ‘Comité de Amnistía’ adscrito a la CVR que estuvo encargada de conceder la amnistía para personas individuales por actos específicos cometidos al servicio de un objetivo político y en el curso de las confrontaciones entre 1960 a 1993. Donde los solicitantes, sean civiles, policías o militares, estaban obligados a revelar todos los hechos relevantes para poder optar a la amnistía a base del entendimiento y no de la venganza, del perdón y no del ensañamiento, de la necesidad de reparación y no de persecución. Cosa que la CVR peruana nunca apoyó la dación de una amnistía y se ensañó con los prisioneros políticos. ¡Todos los prisioneros políticos de la época del apartheid salieron en libertad!; recobraron su libertad después de más de 25 años encerrados por motivos eminentemente políticos. Mientras que en el Perú, como si fueran trofeos de guerra, se tienen en prisión a prisioneros políticos con 37 años de carcelería, como son el caso de Margot Liendo y Osmán Morote quien luego de haber cumplido su condena efectiva se les crearon farsas de juicios para sepultarlos vivos en prisión. Política estatal de odio y venganza y ensañamiento que no sirve para reconciliarnos entre peruanos.
Por último, se dio origen a la ‘Asamblea Nacional Constituyente’ que aprobó una nueva Constitución en 1996 después de un largo proceso de negociaciones para traer abajo el apartheid y establecer un nuevo sistema de gobierno más democrático y plural. La nueva Constitución —que aún rige hasta hoy día— fue adoptada por la gente de Sudáfrica para sanar las divisiones del pasado y establecer una sociedad basada en los valores democráticos, justicia social y los derechos humanos sin distinción.
En síntesis, este fue el largo y complejo proceso sudafricano por alcanzar la paz y conseguir la reconciliación por medio de la amnistía y abolir el apartheid y establecer el sistema democrático con una nueva Constitución democrática. Importancia crucial, tuvo la CVR sudafricana por alcanzar la reconciliación nacional de la sociedad Sudáfrica haciendo uso de la amnistía, cosa que la CVR peruana con su labor inconclusa e ‘Informe Final’ no cumplió ese papel; y, el gobierno y el parlamento peruanos con esta última ‘Ley de Amnistía’ que amnistía a una parte, muestra que no tienen voluntad política de suturar las heridas abiertas que nos dejó el pasado violento del conflicto armado interno…
