Legalidad para despedir, impunidad para precarizar

Publicado el 20/06/2025

La imposición de un segundo cese colectivo en Cerámica Lima S.A. (Celima) ratificado por el Ministerio de Trabajo (MTPE) es un nuevo atropello a los derechos laborales y constituye una peligrosa señal de normalización de prácticas antisindicales bajo apariencia de legalidad.

Es grave que el propio MTPE, que había rechazado el primer intento de cese colectivo por su evidente desnaturalización, haya validado un segundo cese, que guarda la misma naturaleza fraudulenta.

Este cese colectivo no es una decisión “técnica”, como manifiestan. De acuerdo a las cifras, es más una decisión empresarial antisindical: más del 85% de los 119 trabajadores cesados son afiliados al sindicato, incluyendo su dirigencia.

Celima no está en quiebra; por el contrario, se consolida como líder del mercado, con un patrimonio multimillonario y presencia comercial nacional. Aun así, insiste en despedir a quienes durante décadas construyeron con su trabajo ese liderazgo en el mercado.

La CGTP viene denunciando estas maniobras como un claro intento de proscribir la organización sindical, disfrazándose de reestructuración. El cese colectivo ha pasado de ser una herramienta excepcional a convertirse en un recurso patronal para eliminar derechos laborales adquiridos. Peor aún, muchas denuncias laborales similares descansan en los escritorios del MTPE sin una sola sanción efectiva.

Desde la CGTP, exigimos la inmediata desaprobación del cese colectivo en Celima, el fortalecimiento del rol fiscalizador de la SUNAFIL, la recuperación del rol tuitivo del MTPE y el archivamiento de toda iniciativa legislativa que pretenda vulnerar derechos laborales. Pero también hacemos un llamado urgente a la unidad sindical y popular: solo con lucha organizada, movilización sostenida podremos frenar esta ola de despidos encubiertos y revertir la precarización que se quiere imponer como norma.