Ha partido el discípulo de Hugo Pesce. Un reconocimiento para Álvaro Vidal Rivadeneyra
Publicado el 08/09/2025
Conocí al médico Álvaro Vidal Rivadeneyra hacia 1993 en el edificio de la Cámara de la Construcción (Capeco) donde convocados por el Ing. Gustavo Mohme Llona una serie de personalidades políticas de diversos partidos tales como progresistas, socialistas, comunistas, apristas, demócratas cristianos, independientes, fuimos invitados a conformar el “Comité Cívico en Defensa de la Democracia” en clara oposición al golpe del 5 de abril de 1992, que hizo de Alberto Fujimori Fujimori un dictador, con el apoyo de los altos mandos de las fuerzas armadas, que tenían como cerebro al siniestro capitán en retiro a Vladimiro Montesinos, degradado como oficial del ejército por el gobierno militar revolucionario de la primera fase dirigido por el general Juan Velasco Alvarado.
En ese entonces había que tener coraje para ser oposición política a la dictadura “fujimontesinista”. Álvaro Vidal representaba al gremio médico conformante y luego presidente de la “Asociación Médica del Seguro Social del Perú” ANMSSUP, gremio que defendía la seguridad social, las pensiones justas, en una lucha frontal contra las Asociaciones Privadas de Pensiones (AFPs), que resultaron una gran estafa tanto en Chile como el Perú.
El gobierno de Fujimori desde julio de 1992 había decidido sin plan ni proyectos la privatización por partes de la principal empresa pública del Perú, PetroPerú, que justamente hacia 1993 empezaba a obtener resultados positivos, luego del nefasto gobierno de Alan García Pérez, que había prácticamente descapitalizado el conjunto de la Actividad Empresarial del Estado, estableciendo un irresponsable modelo de subsidio indiscriminado para favorecer a los Grupos de Poder Económico, los llamados “12 Apóstoles” encabezados por el grupo Romero, Brescia, Wiese entre los principales.
Fue tan absurdo el llamado Modelo Heterodoxo de Alan García (1986/1990) que los subsidios hacían que un litro de Coca Cola sea más caro que un litro de gasolina. Se fijó el tipo de cambio con el famoso dólar MUC, que permitió el enriquecimiento ilícito de muchos empresarios allegados al régimen. Todo ello nos llevó a tener el tercer proceso inflacionario más elevado a escala mundial, a tal punto que un millón de intis resultaron equivalente a un nuevo sol. La lección económica: No hay lonche gratis.
Nuestra amistad con Álvaro Vidal se fortaleció más aún cuando nos integramos “Comité Patriótico en Defensa del Petróleo”, para denunciar la irracional privatización de PetroPerú iniciada con la venta de las estaciones de servicios de combustibles (grifos), de rentables filiales como Solgás empresa envasadora y distribuidora del gas licuado de petróleo (GLP), que controlaba el 40 % de este esencial combustible, que fue vendida por US $ 8.5 millones de dólares en agosto de 1992.
Esta misma empresa con sus 9 plantas envasadoras a nivel país, fue vendida por la transnacional española Repsol en el 2015 a la empresa chilena Abastible del grupo COPEC de la familia Angelini que tuvo que abonar más de US $ 265 millones de dólares. Solamente la marca, el logo de Solgás fue valorizado en US $ 22 millones ante la Superintendencia de Valores de Chile.
En verdad, el conjunto de la venta de empresas públicas en especial del sector minero energético, fue una transferencia de riqueza desde el Estado peruano para favorecer al gran capital sobre todo transnacional, mientras en Chile el dictador militar Augusto Pinochet Ugarte privatizó para fortalecer el capital privado de su país.
NUESTRO PERSONAJE
Álvaro Vidal Rivadeneyra como dilecto discípulo del gran médico Hugo Pesce, colaborador del Amauta José Carlos Mariátegui miembro del Partido Comunista del Perú también, dedicó la mayor parte de su vida, tanto en el Hospital Guillermo Almenara (H. Obrero), como docente de la facultad de medicina San Fernando de la UNMSM, y dirigente gremial de los trabajadores de la salud, a extender los servicios médicos con el concepto de servicio público, de calidad y bajo costo, y un acérrimo defensor de la seguridad social contra la voracidad de las empresas privadas, bancos, aseguradoras privadas ávidas por establecer el régimen de las AFPs que resultó un pingue negocio mercantilista, con las más altas comisiones, donde más del 50 % de sus recursos se juega en la Bolsa de Valores de terceros países.
En realidad, matemáticamente y con estudios actuariales se demostró que para tener una pensión decente bajo el régimen privado habría que cotizar hasta tener 110 años. ¡Un absurdo económico!
Por ello la campaña empeñada por los médicos del Seguro Social, como Álvaro Vidal, Antonio Meza Cuadra, Somocurcio, García, entre tantos otros que la memoria olvida, para defender la autonomía y el buen gobierno de Essalud fue titánica, junto a las organizaciones sindicales, pues la administración de la seguridad social lamentablemente con excepciones se constituye en un botín de los gobiernos de turno, con administraciones políticamente corruptas, donde el propio Estado se convierte en el principal deudor.
En tal sentido, en reconocimiento por la lucha infatigable de los médicos, enfermeras, obstetrices, personal auxiliar de apoyo, resultó evidente el liderazgo, carisma de Vidal Rivadeneyra, por tal razón fue nombrado ministro de salud desde junio del 2003 hasta febrero del 2004 durante el gobierno de Alejandro Toledo. En tan corto tiempo poco se pudo hacer para reorganizar y fortalecer el sistema de la salud pública, que era torpedeada por el propio régimen.
Por ello, luego de la gestión del segundo gobierno aprista 2006/2011 que amplió la cobertura de la seguridad social de manera irresponsable sin la dotación de los económicos necesarios para atender al conjunto de los asegurados, con citas tardías, carencia de medicamentos, privatización de los servicios hospitalarios de ESSALUD para el favorecimiento de las clínicas privadas.
Así, para enfrentar esta realidad durante el gobierno de la pareja presidencial Humala/Heredia, Álvaro Vidal fue nombrado Presidente del Seguro Social del Perú desde agosto del 2011 hasta setiembre del 2012. Siempre con el objetivo de cumplir con el concepto constitucional de la salud como un derecho ciudadano, una obligación del Estado, más aún en ESSALUD que se reproduce con las cotizaciones de los trabajadores y de las empresas. Lamentablemente el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) siempre ha querido administrar la seguridad social por los miles de millones de soles que están en juego. Es decir, el propio Estado desconoce la autonomía de una institución que no depende de los ingresos fiscales, y teóricamente está al margen del FONAFE, pero es tratada como una empresa pública más, con injerencias perversas en el nombramiento del directorio. Con los recursos de los afiliados se han financiado inversiones públicas que poco o nada tienen que ver con la salud.
Su sed de conocimiento lo llevó a realizar estudios de postgrado en la facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM, y debe ser el único ex ministro y ex presidente de ESSALUD que llegaba en microbús a la Ciudad Universitaria, como un ciudadano común y corriente expresión de una honradez y de una vida dedicada a la medicina social.
Por último, soy testigo de excepción de la promoción del “Comité Sanmarquino en Defensa del Pueblo Palestino contra la Agresión Sionista”, conjuntamente con destacados docentes sanmarquinos, estudiantes y egresados, entre otros siempre identificado con las causas justas y progresistas, contra los abusos de las potencias imperiales, en especial denunciando los crímenes de lesa humanidad en la tragedia del pueblo de Gaza que cada vez más se parece a un campo de concentración de los nazis en Polonia, durante la II Guerra Mundial.
Incluso días antes de su fallecimiento acontecido el 29 de agosto pasado, aquejado de un cáncer terminal, con el optimismo de los luchadores sociales nos anunciaba su reincorporación al Comité Sanmarquino en Defensa del Pueblo Palestino, que se ha convertido en un símbolo mundial de los pueblos. Desde sus estudios de medicina en la facultad de Medicina San Fernando, y los cargos de responsabilidad gremial y política Álvaro Vidal Rivadeneyra fue un luchador social, y seguiremos su ejemplo como el mejor homenaje. ¡Siempre en defensa de las causas nobles de las mayorías sociales empobrecidas!