En otro lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez

En un escenario imaginario de la 29 Feria Internacional del Libro de Lima 2025, estos son algunos de los títulos, entre novelas y sobre todo cuentos, que encontrará el lector en el pabellón dedicado a la Política Peruana, en el parque ‘Matamula’ por si fuera poco. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia, ha sido adrede, y al que le cae el guante, simplemente que apechugue, y se lo chante.
Oh, ahí, de sopetón, está ‘Los padres putativos de la patria’. Preciso como anillo al dedo. Más allacito aparece ‘El Hall de los Pasos Podridos’. Pasamos de frente porque la cosa huele mal. Arriba del estante, pasando piola, se acomodan ‘La Cámara de Cenadores’ (de cena, y qué cena) y ‘La Cámara Baja Policía’. Dios nos coja confesados con la bicameralidad. Muchos clientes también hojean con avidez ‘De profesión mochasueldos’. Parece que está para meterle uña.
Avanzamos y nos topamos con ‘La red de curules A-1’, ‘El plan siniestro de la reelección’, ‘Rebelión en la granja congresal’ y ‘La sinvergüencería tiene cara de otorongo’, pegaditos, en retahíla. Otros preguntan: “Señor, ¿tiene ‘Los violadores de leyes’?”. Y el vendedor se echa a buscar. Los pasadizos van cargando, el Perú lee, aunque parezca mentira. Vamos a ver qué hay en las editoriales de al frente.
Ajá. Estos libros agarran carne. Sobresale por su tapa multicolores ‘El bobazo de los Rolex’ que hasta prólogo en quechua tiene. Uy, esta novela me interesa más: ‘Le dedico mi silencio al prófugo’. Pago por ver. “Me da ‘Con esa mamá y ese papá prefiero ser huérfano’” se escucha desde un stand de al lado. ¡Pasu madre! Este año la feria raya. Por ahí también alcanzó a ver ‘No me esperen en julio de 2026’. Y es que los epílogos siempre llegan.
Parece que las plumas se han esmerado porque siguen los encabezamientos llamativos. Oído a la música: ‘La candidata a la cárcel’, ‘Cóctel de camarones con jugo de naranja’, ‘Primeras damas en fuga’, ‘A la enésima va la vencida’, ‘Las alianzas con la derrota’, ‘Las planchas quemadas’ y un largo etcétera que no necesitará una firma de libros ya que, como dijimos al inicio, cada uno recoge esa flor.
Ya de salida metemos a la bolsa más coyuntura con ‘El tren mocho’, ‘La plata vuelve bruta a la gente’, ‘El profesor no tiene quien le escriba’, ‘Los zurdos que escriben con la derecha’, ‘El lagarto que se arrastra harto’ y ‘El arte de ser ministro sobón’. Como ven, en la feria de la imaginación todo es posible. Permiso para retirarme, como diría Bryce Echenique.
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“Este año la feria raya. Por ahí también alcanzó a ver ‘No me esperen en julio de 2026’. Y es que los epílogos siempre llegan”.