Gobierno busca evitar fraudes en inscripciones partidarias, pero genera dudas sobre privacidad y uso de datos biométricos.
El gobierno promulgó la Ley N° 32354, que permite al Reniec usar reconocimiento facial para verificar afiliaciones políticas. La medida llega tras denuncias de ciudadanos inscritos en partidos sin su consentimiento. El Congreso la aprobó con amplia mayoría en abril, y este martes 27 de mayo se publicó en El Peruano, firmada por la presidenta Dina Boluarte y el premier Eduardo Arana.
¿Qué cambia con la nueva ley?
La norma modifica la Ley de Organizaciones Políticas. Ahora, el Reniec deberá usar tecnología biométrica para validar firmas en padrones partidarios. También verificará que los afiliados no estén inscritos en más de un partido. Los resultados se enviarán al JNE en máximo 30 días.
Carlos Ramos, asesor del Reniec, explicó que el reconocimiento facial garantizará la autenticidad de las identidades. «Evitará fraudes como inscripciones falsas», dijo. El sistema cruzará datos con las imágenes del DNI para confirmar que la persona realmente firmó su afiliación.
¿Por qué se impulsó esta ley?
El Congreso aceleró su aprobación tras escándalos por afiliaciones fraudulentas. En los últimos meses, varios ciudadanos denunciaron que partidos los inscribieron sin aviso. Algunos descubrieron su afiliación al revisar sus datos en el Reniec o al ser convocados a votaciones internas.
La ley tuvo 94 votos a favor, solo 3 en contra y 5 abstenciones. Los críticos, sin embargo, temen que el uso de datos biométricos abra la puerta a vigilancia masiva. «Es un avance contra el fraude, pero ¿quién garantiza que no se usará con otros fines?», cuestionó un legislador opositor.
Próximos pasos
El Reniec ya prepara la implementación. Deberá ajustar sus sistemas para procesar las verificaciones en el plazo establecido. El JNE, por su parte, recibirá los informes y podrá sancionar a partidos con afiliaciones irregulares.
Mientras el gobierno celebra la norma como un triunfo contra el clientelismo político, organizaciones civiles piden claridad sobre el almacenamiento de datos. «El reconocimiento facial no debe convertirse en una herramienta de control», advirtió un experto en derechos digitales.
El debate sigue abierto: ¿es esta la mejor forma de limpiar el sistema político, o un riesgo para la privacidad de los peruanos?